El enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los manifestantes se saldó con 12 heridos y catorce detenidos.

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Varios grupos de agricultores, la mayoría franceses, provocaron incidentes de cierta violencia en la manifestación contra la reforma agrícola de la UE que se desarrolla desde ayer al mediodía en Bruselas. Dos grupos diferentes de personas, del sindicato agrícola francés FNSEA y del belga, han arrancado señales de tráfico e incluso alguna rama de árbol, que han lanzado a las fuerzas del orden que vigilan el desarrollo de la protestas.

La policía, que durante algún tiempo aguantó el lanzamiento de botellas, petardos, piedras y otros objetos, lanzó finalmente agua contra los manifestantes a pesar del frío reinante.

Las fuerzas del orden también advirtieron a estos grupos que se dispersaran, pues en caso contrario cargarían contra ellos. En otro punto de la marcha, en la plaza de Ambioriz, la policía también lanzó agua con mangueras a los manifestantes, que arrojaron petardos y otros objetos contra las fuerzas de seguridad. En otros lugares, más cerca de los edificios oficiales comunitarios, la situación era de calma, si se exceptúa el lanzamiento contínuo de petardos.

Desde España, cerca de 2.000 personas pertenecientes a distintas organizaciones agrarias participaron en la manifestación, convocada por el Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA). La titular española, Loyola de Palacio, reiteró su acusación a la presidencia alemana de «no facilitar» la negociación, que describió como «muy abierta», mientras que los agricultores insistieron en pedir al Gobierno que «no sacrifique» la agricultura de nuestro país por el fondo de cohesión.