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AGENCIAS - WASHINGTON Al menos tres senadores republicanos ya han declarado que votarán en contra de los dos cargos contra el presidente norteamericano, Bill Clinton, y otro ha indicado que votará en contra del cargo de perjurio. Sólo un veredicto de culpabilidad en uno de los dos artículos de destitución hubiera sido suficiente para destituir al actual inquilino de la Casa Blanca. Sin embargo, con una diferencia de 55 a 45 a favor de los republicanos en el Senado, un cambio de opinión de unos pocos les quitaría toda posibilidad de conservar la mayoría.

En lo que constituye un giro irónico de los acontecimientos, la certeza de que Clinton no será expulsado de la Casa Blanca ha hecho que los partidos invirtieran sus papeles en el Senado: los demócratas están decididos a hacer constar en el Senado de Estados Unidos su respaldo a una censura contra Clinton por sus mentiras sobre el escándalo Lewinsky. Por tal razón, una vez el Senado absuelva a Clinton de los cargos de perjurio y obstrucción de la justicia presentados por los fiscales republicanos de la Cámara de Representantes, los demócratas forzarán un voto sobre la resolución de censura.