Aviones estadounidenses bombardearon ayer cuatro baterías de
misiles antiaéreos y una de misiles antibuque en varias zonas de
Irak, anunció el Pentágono. El incidente más importante se produjo
en el sur de Irak, en la costa del Golfo Pérsico, donde cuatro
aparatos procedentes del portaaviones «Carl Vinson» atacaron una
batería de misiles antibuque.
Según el Pentágono, esos misiles habían sido instalados
recientemente y suponían una amenaza para el importante tráfico
marítimo de petroleros del Golfo Pérsico. Dos aviones F-14 y otros
dos F-18 lanzaron hasta cuatro bombas guiadas por láser contra la
batería, y «los indicios iniciales apuntan a que fue alcanzada»,
informó un portavoz del Departamento de Defensa.
Irak, por su parte, afirmó que aviones «enemigos», en alusión a
aparatos de EE UU y el Reino Unido, bombardearon ayer un almacén de
alimentos en el sur de Irak, según un portavoz militar iraquí. Un
portavoz oficial acusó a pilotos saudíes de participar en la
«agresión contra el almacén», en la provincia de Neyf, a unos 160
kilómetros al sur de Bagdad.
«La participación de pilotos saudíes muestra, una vez más, que
los gobernantes saudíes y kuwaitíes colaboran con los agresores
estadounidenses y británicos contra Irak», dijo el portavoz, citado
por agencia iraquí INA.
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