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La coalición gubernamental alemana entre socialdemócratas y Verdes, tras cuatro meses de existencia, sufrió ayer un duro revés debido a la decisión unilateral tomada por el canciller, Gerhard Schroeder, de posponer la acordada aprobación de una nueva ley para abandonar la energía nuclear.

Schroeder, en una reunión con los dirigentes de la industria energética alemana, decidió retirar de la agenda gubernamental de la semana la discusión y aprobación del proyecto de ley por el Consejo de ministros. En círculos gubernamentales se afirmó ayer que la decisión tomada por Schroeder tiene como fin mejorar el clima para la próxima reunión, tras la irritación mostrada por los industriales ante el calendario político de la coalición sobre ese tema.

Estos mismos dirigentes habían amenazado con romper las negociaciones con el canciller si el Gobierno, unilateralmente, aprobaba el proyecto de ley para acabar por completo, a partir del primero de enero del 2000, con el reciclaje de combustible atómico en el extranjero. Schroeder también tuvo en cuenta, a la hora de posponer esa ley, la decisión adoptada por el ministerio de Justicia de estudiar jurídicamente durante las próximas cinco semanas la situación que se crearía con Francia y el Reino Unido respecto a las indemnizaciones, de romperse anticipadamente los acuerdos.