Los civiles de Freetown sufren las iras de los rebeldes obligados a abandonar la zona.

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Tras diez días de cautiverio, el misionero javeriano Luis Pérez Hernández, ya está en libertad, tras haber escapado de los rebeldes de Sierra Leona que le retenían junto a otros religiosos desde el pasado día 12. El misionero español se escapó hace tres días de las fuerzas rebeldes durante un bombardeo, junto a otros tres religiosos italianos de la misma orden, según confirmó José Carlos Loroño, miembro de la orden. La Dirección General de los Javerianos en Roma, tras comunicar con Luis Pérez Hernández y confirmó que «se encuentra perfectamente. Por su parte, la familia del misionero aseguró que de encontrarse bien de salud, podría no regresar a España y permanecer en Sierra Leona para ayudar a los misioneros en la zona.

El misionero español consiguió escapar el pasado miércoles de los rebeldes y llegar a una zona segura de Freetown, junto con otros tres miembros italianos de la misma orden, "Mario Guerra, que permanecía secuestrado desde el pasado 14 de noviembre, Giussepe Berton y Giovanni Ceresoli". Además, el arzobispo de Freetown, Joseph Ganda, también consiguió escapar, según indicó a la agencia de misioneros Misna.

Una portavoz de la agencia Misna, con base en Roma, explicó que fue el obispo de Makeny, Giorgio Biguzzi, quien informó de la huida de los misioneros, aunque no especificó las circunstancias ni la hora en que se produjo.

«Hemos recibido la confirmación de que se habían escapado hace dos días cuando iban a ser trasladados a otro lugar y hubo un bombardeo», explicó José Carlos Loroño. Según las informaciones de la Dirección General de la Orden de los Javerianos en Roma, el viernes por la mañana, cuando llegaron las fuerzas de la ECOMOG, los misioneros salieron de su escondite y se reunieron con monseñor Biguzzi, obispo de Makeny.

Cientos de civiles acuden a los hospitales con miembros mutilados
Cientos de personas mutiladas y con sus miembros amputados salen de los barrios de Freetown que estaban ocupados por los grupos rebeldes y acuden a los centros de salud, informaron ayer, viernes, emisoras de radio.

A medida que los guerrilleros del Frente Revolucionario Unido (FRU) son empujados por las fuerzas panafricanas fuera de la ciudad, su «sello» se hace patente entre la población.

El único cirujano del hospital «Connaught», doctor Johnson Taylor, declaró que se encuentra impotente para salvar los miembros, cortados a machetazos, de los muchos que acuden con sus manos, genitales, brazos y piernas todavía unidos a su cuerpo por pedazos de piel o nervios.