Los seis países miembros del Grupo de Contacto para la ex
Yugoslavia pidieron ayer a Belgrado y a los albanokosovares «abrir
rápidamente negociaciones para lograr una solución política» en
Kosovo, en un comunicado conjunto publicado tras una reunión de
altos funcionarios en Londres.
«El Grupo de Contacto (formado por Estados Unidos, Rusia,
Francia, Reino Unido, Alemania e Italia), se fija como objetivo
abrir rápidamente negociaciones con vistas a una solución política,
lo que incluye la implicación internacional», señala este
texto.
Los seis países miembros precisan que «aumentarán las presiones
a las distintas partes con el fin de garantizar el éxito de las
negociaciones», sin hacer referencia explícita a la amenaza del
recurso a la fuerza.
Por su parte el primer ministro yugoslavo, Momir Bulatovic,
declaró ayer que su gobierno había «simplemente detenido el reloj»
respecto a la medida de expulsión que se cierne sobre el jefe de
los verificadores de la OSCE en Kosovo, William Walker.
«La decisión de proclamar a Walker persona non grata está aún en
vigor, nosotros simplemente hemos parado el reloj», declaró
Bulatovic a la cadena de televisión BK.
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