Abdulá Ocalan, de 51 años, líder del Partido de los Trabajadores
del Kurdistán (PKK), ha abandonado Roma, después de dos meses de
estancia en la Ciudad Eterna y provocar no pocos problemas al
Gobierno de D'Alema, porque «tenía necesidad de moverse» y desde
aquí no podía realizar su lucha, afirmaron sus abogados. «Me voy
porque mi experiencia italiana ya ha concluido», agregó Ocalan a
sus defensores italianos hace varios días.
Un portavoz de Exteriores de Turquía criticó ayer a las
autoridades italianas por haber dejado salir de su territorio a
Ocalan, sin someterlo a un proceso judicial. En su primera reacción
a la salida de Ocalan de Italia, el portavoz ministerial sostuvo
que la administración italiana no pudo solucionar el problema que
había creado y permitió a Ocalan abandonar Roma sin ser procesado,
lo que consideró contrario a la ley.
Las autoridades de Turquía acusan a Ocalan de ser responsable de
la muerte de más de 30.000 ciudadanos turcos y quieren que la
Justicia turca lo procese. Contrastando con la publicación de las
protestas oficiales, la prensa turca calificó ayer la salida de
Ocalan de Italia de «victoria diplomática» de Turquía.
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, consideró ayer que «es
importante que el líder de la organización de terrorismo sangriento
haya abandonado Italia. No pudo encontrar refugio en Italia. El
Gobierno italiano lo echó».
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