El matrimonio Cook duró 28 años.

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FRANCE PRESS - LONDRES Después de sus vacaciones en las Seychelles y una visita oficial a Sudáfrica, el primer ministro británico, Tony Blair, se muestra determinado a dar la espalda a las turbulencias de las últimas semanas de 1998. Estas se tradujeron en la dimisión de dos importantes ministros, de un alto consejero, y de la caída de un 7 por ciento en los sondeos. Blair pidió a los británicos «que le juzguen por lo que prometió y ha hecho» antes de las elecciones y «no sobre la vida personal de los ministros».

La prensa retomaba los extractos de un libro publicado por la ex mujer de Robin Cook, Margaret, en el que acusa al ministro de relaciones extra-conyugales, de ser un alcohólico y de haber acusado a Blair de «haber vendido su alma al diablo para ser elegido».

Según esta, Cook «sacrificó sus ideas izquierdistas y principios antinucleares por avances políticos, y creo que Blair hizo lo mismo». Robin se dio cuenta de que había vendido su alma y se sintió mal por ello, pero su ambición pudo más, igualmente creía que Tony Blair había vendido el laborismo al diablo para ser elegido en 1997», afirma.

La ex esposa de Cook, de la que el ministro se separó nada más llegar el Partido Laborista al poder, para poder casarse con su secretaria Gaynor, le acusa en el libro de haber llegado a perder el conocimiento en un hotel, en 1987, tras haber bebido gran cantidad de alcohol, encontrándosele con una botella de brandy en la mano. Margaret Cook airea también que mientras estuvo casado con ella tuvo seis amantes, la ultima su actual esposa, y le describe como un hombre frío y sin sentimientos.