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DELIA MILLÀN - WASHINGTON El presidente de EEUU, Bill Clinton, anunció ayer un nuevo esfuerzo de acercamiento a Cuba, que se centra en fomentar los contactos directos con la sociedad cubana sin dejar de respetar la ley del embargo. Al anunciar las nuevas medidas, tanto Clinton como su secretaria de Estado, Madeleine Albright, afirmaron que lo que pretende Washington es preparar «al pueblo de Cuba para un futuro democrático».

El Gobierno ha rechazado una propuesta de un grupo de senadores de ambos partidos que pedían la creación de una comisión para revisar el embargo comercial a Cuba que, a su juicio, no tiene razón de ser, ahora que el Pentágono ha dejado de considerar a La Habana como una amenaza y que EEUU se abre a países como Vietnam.

Clinton, en el comunicado escrito con el que anunció las medidas, no mencionó la propuesta de los senadores. Explicó que las medidas no violan el embargo, la ley de Democracia Cubana, ni otras legislaciones que regulan las relaciones con Cuba, pues están «diseñadas para ayudar al pueblo sin fortalecer al Gobierno».

Las medidas anunciadas por la Casa Blanca incluyen más facilidades para enviar ayudas económicas a los cubanos, para intercambios entre académicos y atletas de ambos países, y para la exportación de alimentos, entre otras cosas.

Las medidas anunciadas ayer establecen que, cualquier estadounidense podrá enviar ayuda económica a Cuba, y no sólo quienes tengan parientes en la isla, siempre que la cantidad no supere 300 dólares trimestrales, y que se destine a «individuos u organizaciones independientes».