Una alemana compraba ayer euros de chocolate cubiertos con papel de oro.

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JOSÉ MANUEL SANZ - BRUSELAS El nacimiento del euro el 1 de enero representa un hito decisivo en la historia de Europa occidental que trasciende el hecho infrecuente de la creación de una nueva moneda. El euro trae consigo el establecimiento de una política monetaria única para once países de la Unión Europea que será dirigida desde Fráncfort por una nueva institución, el Banco Central Europeo (BCE).

Supone la más radical transferencia de soberanía desde los estados hacia las instituciones supranacionales desde que fue fundada la Comunidad Europea hace 40 años. De los dos únicos instrumentos de que disponen los gobiernos para regular la economía nacional -la política fiscal y la monetaria-, uno de ellos, el imprescindible control de la oferta de dinero, pasa ahora a manos lejanas.

No todos los países de la UE se han atrevido a dar este salto en el vacío. El Reino Unido, Dinamarca y Suecia, tres de los cuatro socios comunitarios que no adoptarán el euro en 1999 (el cuarto es Grecia), quedarán fuera por escrúpulos políticos.

Los gobiernos de la UE le han conferido al Banco Central Europeo un único objetivo, la estabilidad de precios, y para esta tarea -muy difícil en el caso de once economías tan dispares- le han otorgado una independencia casi absoluta. Presidido por el holandés Wim Duisenberg, el BCE constituye el núcleo de un sistema de corte federal en el que han quedado integrados los viejos bancos emisores nacionales.

Las decisiones de política monetaria serán tomadas de manera centralizada, pero su aplicación se hará descentralizadamente, a través de los bancos centrales nacionales, los cuales estarán conectados con el BCE.

El Banco de España fijó ayer por última vez el precio del dinero
El Banco de España subastó ayer los últimos «cebes» "certificados de depósito" con lo que Luis Àngel Rojo prácticamente traspasó sus atribuciones como director de la política monetaria española al BCE, que fijará, a partir del próximo viernes, las directrices monetarias de la Unión. Con las subastas de cebes el Banco de España ha regulado la liquidez del sistema financiero español desde 1990, cuando este método sustituyó a los préstamos de regulación monetaria.

Pese al traspaso de la política monetarias al BCE, el 1 de enero, el gobernador del Banco de España, al igual que sus colegas de la zona euro, mantendrá sus competencias en el ámbito de la supervisión de entidades y ejecución de la política monetaria decidida desde Fráncfort. Además participará de forma activa en las decisiones del BCE, ya que formará parte de su consejo de Gobierno.