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Rusia llamó ayer a consultas a su embajador en Londres, horas después de hacer lo mismo con el de Washington, en protesta por los ataques contra Irak, según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores.

El presidente ruso, Boris Yeltsin, condenó ayer de nuevo enérgicamente los ataques contra Irak, pero estimó que «no había en ningún caso que llegar a la confrontación» con Londres y Washington, según afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Iakuchkin.

«El presidente piensa que en ningún caso hay que llegar a la confrontación. No se puede hablar de ruptura, aunque las relaciones con Estados Unidos y Reino Unido se hayan vuelto tan complicadas», declaró Iakuchkin, comentando la llamada a consultas de los embajadores de Rusia en Londres y Washington. Yeltsin, añadió por otra parte su portavoz, «no excluye actualmente llamar a Bill Clinton».

De otra parte, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, propuso ayer un programa concreto para solucionar la crisis iraquí, tras una entrevista telefónica con su homólogo británico, Robin Cook, según un comunicado del Ministerio.