En la imagen, Clinton y Arafat se dan un apretón de manos emotivo.

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DELIA MILLÀN - GAZA El presidente de EE UU, Bill Clinton, concluyó ayer su «histórica» visita a Gaza con un discurso ante el Consejo Nacional Palestino (CNP) en que se presentó como el defensor tanto de las «aspiraciones de libertad» palestinas, como de los deseos de seguridad de los israelíes. Clinton prometió más ayuda económica para el desarrollo palestino el año que viene, e invitó a ambos bandos a perseverar en sus esfuerzos de paz a pesar de «los retos y reveses».

Clinton se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en visitar el territorio controlado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), precisamente los palestinos interpretaron el viaje como el reconocimiento de los Estados Unidos a su independencia nacional. La visita ha levantado ampollas en el Gobierno israelí que teme que contribuya a alentar las aspiraciones independentistas de los palestinos.

Arafat ha advertido que piensa declarar el Estado palestino el próximo 4 de mayo -cuando se cumpla el plazo previsto por los acuerdos de Oslo para el final del actual periodo de transición autonómica- aunque para entonces no se haya llegado aún a un pacto definitivo de paz entre Israel y la ANP. El líder palestino se guardó ayer de amenazar claramente con declarar la soberanía en el discurso que pronunció antes de que hablara Clinton, y se limitó a recordar que se acerca «la fecha especificada para el final del período de autonomía».

Por su parte, Clinton pidió que «las dos partes tengan el valor de seguir con las negociaciones sin que ninguna de pasos o haga declaraciones unilaterales que puedan comprometer el resultado». Arafat hizo otro gesto conciliador cuando pidió a los más de 700 miembros del CNP que votaran la eliminación de los artículos que apelan a la destrucción de Israel en la Carta palestina.