Vista general de la sala del Parlament. | Jaume Morey

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Cuatro décadas desde su puesta en marcha, desde el nacimiento del Parlament de les Illes Balears con el arranque de la primera legislatura un 31 de mayo de 1983, han dado mucho de sí. Incontables horas de plenos, votaciones, centenares de rostros y personalidades que han ocupado sus sillones... y catorce presidentes que han dejado también episodios para los anales, en lo bueno y lo malo. El último en llegar, el que ha declarado abierta la undécima singladura de la institución ha accedido al cargo rodeado por la polémica.

Gabriel Le Senne será el primer representante de Vox en la presidencia del Parlament. Un dirigente controvertido por su postura respecto a asuntos como la violencia de género, el cambio climático o el colectivo LGTBI, entre otros asuntos, y cuya elección llega tras un preacuerdo con el PP que debe allanar el camino hacia el Consolat a Marga Prohens, líder balear de los populares.

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Gabriel Le Senne, al constituirse la Mesa del Parlament. Foto: Jaume Morey

Vox se convierte, de esta manera, en la quinta formación que preside el Parlament. De los catorce inquilinos del cargo. Cinco presidentes ha tenido el PP -repitiendo Pere Rotger, el único que lo ha hecho en cuarenta años-, tres el PSOE y la extinta Unió Mallorquina, dos Podemos y ahora uno Vox.

Pese a ser un cargo representativo, se trata de la segunda autoridad de Baleares, tras la presidencia del Govern, por lo que la polémica generada por las ideas expresadas por Le Senne al confirmarse su elección encuentra un altavoz inesperado para algunos pero que, viendo algunos de los precedentes, muestra que ha sido un puesto complicado para una parte de sus ocupantes.

Antoni Cirerol, primer presidente del Parlament. Foto: Teresa Ayuga

Antoni Cirerol (Alianza Popular) fue el primero de la lista, ostentando la presidencia del Parlament en la primera legislatura, entre el 31 de mayo de 1983 y el 3 de julio de 1987. Un periodo de consolidación de la institución con Gabriel Cañellas al frente de un Govern en ciernes. Otro histórico se hizo con el cargo en la segunda legislatura. Jeroni Albertí, fundador de Unió Mallorquina y figura clave en el proceso de instauración de la democracia en Baleares, presidió el Parlament entre julio de 1987 y el 19 de junio de 1991, iniciando al periplo de pactos entre populares y regionalistas.

Cristòfol Soler, ex presidente del Govern y del Parlament.

El relevo lo recogió Cristòfol Soler -futuro presidente del Govern-, que devolvió al ahora PP la presidencia por espacio de cuatro años, hasta que a finales de julio de 1995 fue otro clásico de la formación conservadora, Joan Huguet, primer y único menorquín a los mandos de la institución hasta el 12 de julio de 1999, cuando se confirmó el volantazo institucional con la llegada del primer Pacte de Progrés, con Francesc Antich (PSOE) en el Consolat.

Antoni Diéguez, presidente del Parlament durante dos semanas. Foto: Pere Bota
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Durante unas semanas, a la espera de concretarse el acuerdo entre las fuerzas de izquierdas y Unió Mallorquina, el socialista Antoni Diéguez fue presidente, breve, del Parlament. Apenas poco más de dos semanas (del 12 al 31 de julio de 1999) antes de que UM volviera al cargo con Maximiliano Morales, que encabezó la institución hasta el 19 de junio de 2003, cuando la victoria abrumadora del PP en las elecciones autonómicas, con Jaume Matas a los mandos, hizo que la sexta legislatura tuviera como presidente al 'inquer' Pere Rotger, en la primera de sus dos etapas, la única que finalizó en el puesto (19 de junio de 2003 a 26 de junio de 2007).

María Antonia Munar, como presidenta del Parlament Balear. Foto: Joan Torres

La séptima legislatura abrió un periodo convulso, dos mandatos en los que ninguno de los presidentes que las abrieron las lograron concluir. A Rotger le relevó nada menos que María Antonia Munar, en virtud del acuerdo que dio forma al segundo Pacte de Progrés, desalojando al PP del Govern y el Parlament. Pero esos años estuvieron marcados por el final de UM, lastrada por los casos de corrupción abiertos contra numerosos cargos e incluso contra la formación, que desembocaron en la dimisión de Munar un 26 de febrero de 2010, ante las fuertes presiones contra su figura.

Pere Rotger conversa con Antoni Diéguez.

Le tocó cerrar el mandato a la socialista Aina Rado, candidata de consenso y que estuvo poco más de un año en la presidencia, del 9 de marzo de 2010 al 7 de junio de 2011, cuando volvió a darse un volantazo tras arrasar el PP en las urnas en 2011. Así, en la octava legislatura volvía al ruedo Pere Rotger, que entrado el mes de diciembre de 2012, un año y medio después de iniciar su segundo mandato al frente del Parlament, se veía obligado a dimitir al confirmarse su imputación, por entonces, en el 'caso Over'.

Otro revés que afectaba a un presidente del Parlament dos años después de la salida de Munar, asumiendo el cargo durante el resto de la legislatura la popular Margalida Durán, que con una cómoda mayoría absoluta de la formación conservadora, con José Ramón Bauzá como líder, vivió un cómodo mandato.

Chelo Huertas, el día de su elección como presidenta. Foto: Jaume Morey

Pero las elecciones de mayo de 2015 cambiaron de nuevo el sino de las instituciones. Cayó el PP, volvía el pacto de izquierdas y Podemos, una de las formaciones de nuevo cuño, alcanzaba la presidencia del Parlament de la mano de la controvertida Chelo Huertas. Las luchas internas entre la dirigente y su partido provocaron su expulsión del Grupo Parlamentario a inicios de 2017, para ser destituida por la Mesa de la Cámara y ser historia desde el 25 de enero de ese año.

Baltasar Picornell, durante su etapa como presidente del Parlament. Foto: Pere Bota

Podemos retenía la presidencia con Baltasar 'Balti' Picornell como rostro visible de la formación morada. Su aspecto físico, alejado de lo protocolario, chocó al inicio aunque su capacidad de trabajo y gestión en el cargo acabó por despejar cualquier tipo de prejucio. Cerrada la novena legislatura, el 20 de junio de 2019 pasaba el testigo al socialista Vicenç Thomàs, que representaba desde su puesto la primera revalidación de mandato por parte de la entente de izquierdas, completando una décima legislatura redonda: entró un 20 de junio de 2019 y el 20 de junio de 2023 cedía su puesto a Gabriel Le Senne. Y, con él y de la mano de Vox, volvió la polémica al segundo cargo en el rango de representación institucional en Baleares.