Francina Armengol, junto a su equipo, este lunes en el Consolat. | Jaume Morey

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La socialista Francina Armengol ha cerrado este lunes una etapa de ocho años al frente del Govern. Acompañada de todos los consellers y del vicepresidente Juan Pedro Yllanes, ha defendido el legado que han dejado que, según sus propias palabras, se ha caracterizado por la «defensa del interés general, el diálogo, el consenso y la rendición de cuentas». «Dejamos una sociedad mejor», ha asegurado durante su intervención.

Armengol ha querido agradecer la implicación de los agentes sociales, los «maravillosos» trabajadores públicos, los partidos del Govern y aquellas otras fuerzas políticas que han favorecido los acuerdos para el impulso de políticas de interés general. En este sentido, ha apuntado que llegó al Govern en 2015 en un clima de «crispación» y lo deja en un momento de «paz social», con la economía al alza, con más trabajo, más estable y con mejores salarios, además de con una administración saneada que ha reducido la deuda y el déficit público.

La jefa del ejecutivo saliente, que ha prometido un traspaso modélico de poderes y se ha puesto a disposición de la futura presidenta, Marga Prohens, ha hecho un repaso de los principales hitos que, a su juicio, han conseguido las distintas conselleries. Ha remarcado el aumento de trabajadores y presupuesto de la sanidad pública, el incremento de docentes y de la estabilidad del empleo en educación, la mejora en las políticas de protección social, y el desarrollo de una política aún en marcha de construcción de vivienda pública.

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También ha aludido a la ampliación de los espacios naturales protegidos, al «salto imparable» en el transporte público, que confía en que se mantenga con la construcción del tranvía de Palma y al desarrollo del autoconsumo eléctrico con fuentes renovables. Respecto al turismo, Armengol ha puesto el acento en el cambio del paradigma del crecimiento en plazas por la contención en favor del aumento de la calidad, «defendiendo como nadie los derechos de los trabajadores» de la hostelería.

«Dejamos una sociedad mejor (...) las cifras son evidentes», ha asegurado la líder socialista, que, no obstante, ha pedido disculpas por lo que no haya hecho bien su Govern. En cuanto a su incorporación al Parlament desde este martes como diputada autonómica al tiempo que es candidata del PSOE al Congreso, ha considerado que es una postura «coherente» porque como líder de su partido le corresponde a ella «dar la cara» en el debate de investidura y defender sus políticas frente a Prohens. Armengol no ha querido pronunciarse públicamente sobre la hipótesis de que la candidata del PP no sea investida presidenta y haya nuevas elecciones autonómicas en caso de que el PP y Vox, «la derecha extrema y la extrema derecha», según su definición, no alcancen un acuerdo.

Armengol se ha pronunciado de este modo en la que ha sido su última rueda de prensa como presidenta en funciones del Govern, un cargo que tras su renuncia ocupará la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Mae de la Concha, de Unidas Podemos. De la Concha será presidenta del Govern en funciones, por tratarse de la diputada del Consell de Govern de mayor edad que más tiempo ha ostentado el cargo, hasta el nombramiento de la próxima líder del ejecutivo, que previsiblemente será Marga Prohens (PP).