Cartel electoral de s'Ull, con Joaquín Rabasco como cabeza de lista en Llucmajor.

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Las fuerzas con sello nacional (PP y PSOE) copan el grueso del espectro municipal en la Isla, con el permiso de formaciones con acento más próximo, como Més per Mallorca o El PI, que por libre o en coaliciones -especialmente la segunda- se cuelan en numerosos consistorios que huyen de los grandes ayuntamientos, donde los partidos mayoritarios llevan la iniciativa y se reparten el grueso de la cuota de poder. A la tendencia balear y nacional se suman Unidas Podemos o Ciudadanos, que desaparecen del mapa de forma casi total.

Pero tras estos partidos más mediáticos se esconden otros de proximidad, focalizados en los intereses de las poblaciones en la que nacieron y que, en algunos casos llegan a tener la vara a la alcaldía o son decisivos para decantar la balanza hacia uno u otro costado. Algunos nacen del descontento o como escisiones de las fuerzas más arreladas a escala insular, pero plantean necesidades y ofrecen programas más cercanos al día a día de los pueblos, identificándose en su práctica totalidad con la izquierda o tendencias regionalistas.

Candidatura de Unió per Binissalem.

Esa proximidad hace que incluso algunos estén al frente de los consistorios, como ocurre en Binissalem, donde Víctor Martí ha hecho de Unió per Binissalem la formación de referencia; o el caso de la Agrupació DEIA, que sitúa a Cristina López al frente de la alcaldía de la población de la Serra, donde los Independents de Fornalutx repetirán con Xisco Marroig como primer edil y el Grup Independent de Valldemossa (GIV) selló la mayoría absoluta para seguir gobernando con Nadal Torres al frente. Un caso igual al de Tot per Búger, que mandará con cinco ediles, a la par que Endavant Lloret repite como fuerza más votada en esa rincón de Mallorca.

Cartel electoral de Futur Llubí-El PI.

Un caso curioso lo vemos en Vilafranca de Bonany, donde dos fuerzas de carácter localista se reparten el espacio dentro del consistorio. El Partit per al Poble de Montserrat Rosselló volvió a ganar, con seis ediles, por los cinco de Assemblea per Vilafranca.

En Llubí, dos formaciones dan color al arco. Por un lado, la coalición Futur per Llubí-El PI suma hasta tres concejales, mientras que Feina per Llubí totaliza uno. También lograron arrelar los Independents de Puigpunyent i Galilea, que alcanzaron los dos representantes en el Ayuntamiento de Puigpunyent, cifra que calcan la Unió d’Independents de Muro y una clásica como Convergència Democràtica Murera, cuyo papel puede definir la continuidad en el municipio, al igual que Unió per Alcúdia y Som Consell, que han logrado idéntica presencia.

Cartel de agracedimiento de Som AVI-El PI en Palmanyola.
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En la Entidad Local Menor de Palmanyola, Som AVI-El PI arrasa, teniendo además la llave en Bunyola, donde decidirá si gobierna con Esquerra Oberta o el PP. Algo parecido a lo que tiene entre manos Mou Campanet, un grupo de jóvenes del pueblo que irrumpe con dos regidores y será clave para conservar el gobierno de izquierdas en la localidad.

Candidatura de Mou Campanet.

El Llevant ofrece una amplio espectro de formaciones locales, algunas históricamente decisivas, como la AIPC-SYS de Portocristo, que esta vez no tendrá peso, llamando la atención en Manacor la presencia de Nuevo Orden Nacional, sin representantes. El PSOE de Son Servera mirará atentamente a los Independeents per Son Servera, Cala Millor y Cala Bona, titulares de tres concejales, mientras que en Sant Llorenç, Per Balears (1) y la Unió Independent Carrionera (1), que sigue los pasos de la histórica GISCa del incombustible Mateu Puigrós, completan el consistorio, en el que el PP ha dado un vuelco a las urnas.

Imagen de agradecimiento de los Independents de Formalutx.

Por número de habitantes y su perfil, Llucmajor da mucho juego. Manda el PP, pero resiste la siempre polémica ASI, con un regidor, y cuyo fundador ha encabezado la lista de s’Ull, formación con la que Joaquín Rabasco ha obtenido dos representantes y más de mil votos en un arco que incluye a Llibertat Llucmajor, que se hace con dos regidores. Tres ha arañado Per Banyalbufar i Es Port des Canonge, cifra que les deja en la oposición.

Cartel electoral de Feim Caimari.

Ha dejado buen sabor de boca el resultado de Feim Caimari, fuerza que reivindica el espacio de esta localidad en el Ajuntament de Selva, sumando un regidor y 340 votos que esperan hacerse notar. Al igual que Som Ses Salines-Coalició Colònia Sant Jordi (1) o la histórica Unió Mollera Pollencina de Andrés Nevado, con un regidor.

Cartel de los Independentes de Son Servera, Cala Millor y Cala Bona.

Socialistes Independents de Lloseta (SI) consigue hacerse un hueco mínimo (1), objetivo que no alcanzaron Sentit Comú Campos-El PI de Jaume Adrover, el Frente Obrero de España en Santa Margalida o la Falange Española de las JONS, cuya única lista en Mallorca tomó forma en Llucmajor.