La candidata del PSIB al Consell de Mallorca, Catalina Cladera, posa para este diario en la sede de su partido en Palma. | Jaume Morey

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Catalina Cladera (Sa Pobla, 1972) aspira a revalidar como presidenta insular tras haber sido regidora en su pueblo y conseller d’Hisenda.

¿Qué puede volver a ofrecer?
—El proyecto que hemos impulsado, con una pandemia por en medio, necesita continuidad. El turismo, que es la principal industria de esta tierra, es un éxito que debemos gestionar para transitar hacia un modelo más respetuoso. Llegar a un punto de equilibrio basado en el consenso con la sociedad. La vivienda debemos fomentarla para atender a la clase media residente. A la gente sin hogar, mujeres vulnerables por violencia de género y a los jóvenes hay que darles una solución complementaria al Ibavi.

Prometen 360 viviendas. ¿Por qué no las han hecho esta legislatura?
—Se han analizado, de manera preliminar, las posibilidades de poder impulsarlas en Can Domenge.

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¿Por qué cree que el Consell ahora es más conocido que antes de su llegada a la presidencia?
—Porque no hemos parado máquinas. Hemos empezado una tendencia para fortalecerlo, asumiendo nuevas competencias autonómicas que permiten llegar a más ciudadanos. Durante la pandemia, el Consell ha estado dando ayudas antes de que llegaran las del Estado. La institución permite trabajar de la mano de los municipios, y esta legislatura se han distribuido 150 millones. Esto suele quedar invisibilizado, pero hay muchas mejoras en los pueblos que se llevan a cabo porque reciben estos recursos.

La urbanización no deja de aumentar y las medidas impulsadas no impiden hacerlo en rústico. La derecha ya ha dicho que las eliminará.
—Es increíble que todavía apuesten por un modelo depredador, incluso en rústico protegido. Esta legislatura se ha reducido la edificabilidad en rústico. Es irremediable tener que impulsar medidas de contención, pero requiere de un buen análisis. Es muy imprudente decir ahora lo que se hará en rústico porque solo provocará una avalancha de solicitud de proyectos y me han llegado consultas al respecto. En elecciones no anunciaré nada al respecto, pero sí que hay que ir hacia un modelo que preserve el territorio.

Han puesto un tope a las plazas turísticas, pero la masificación continúa siendo un problema. ¿Cuál es el siguiente paso?
—Parar el crecimiento, reducir el volumen para ganar en calidad y reconvertir plazas obsoletas. Si tiene que haber decrecimiento, lo habrá, pero no decrecimiento económico, debemos seguir creciendo y generando mayor valor.

Ha criticado que la oposición siempre vaya a la contra. ¿Cómo lo haría?
—Primero, decir que ganaremos (risas). El PP siempre ha buscado la crispación para no abordar temas serios. Los he echado a faltar durante la pandemia y creo que han sido muy irresponsables. Nunca he estado en la oposición, pero la haría con más cabeza porque es mi manera de ser. Me considero seria y rigurosa. Criticaría lo que no compartiese, pero no creando ruido para llamar la atención.