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Todo apunta a que los pactos volverán a ser necesarios para formar gobierno en Marratxí. Después de dos legislaturas con acuerdo entre los partidos de izquierdas (y en esta última también de centro), el abanico electoral para este 28-M no se dibuja tan claro y, tal y como sucedió hace cuatro años, los partidos más pequeños podrían tener la llave de la gobernabilidad. En concreto, el PI que lidera Neus Serra fue decisivo en 2019 y podría serlo también ahora. Así como también lo podría ser CS si finalmente consigue representación. José María Amengual ha sido una persona activa esta legislatura, por lo que también podría ser decisivo dando su apoyo tanto a derechas como a izquierdas.

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De momento, parece que la izquierda parte como favorita en estas elecciones municipales, pero todo puede suceder. Sino que se lo pregunten a los populares que en 2019 sufrieron una ‘debacle’ electoral perdiendo más de dos mil votos. Unos resultados que poco tenían que ver a los 13 regidores que obtuvieron en 2011. Jaume Llompart confía en una remontada aunque no será fácil obtener la mayoría absoluta de antaño. Para que los populares se hagan con el poder, todo apunta que necesitarán el apoyo imprescindible de Vox que, en esta ocasión, ha optado por presentar a un candidato de ‘partido’ como es Pedro Bestard.

De momento, Miquel Cabot (PSIB-PSOE) luchará por mejorar los resultados de 2019 que le dieron 6 regidores y que le han permitido ostentar la Alcaldía cuatro años. Pero ello no será posible sin el apoyo de Més que se presenta renovado con Aina Amengual al frente. Podemos también podría ser necesario si consigue revalidar su concejal.