El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), conversa con la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. | Efe - Chema Moya

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Arranca noviembre y el PSOE aprieta el acelerador de cara a la posible investidura de Pedro Sánchez. Tras el compromiso de Sumar y EH Bildu, el objetivo de los socialistas se centra en los independentistas catalanes. Consecuentemente, son días de gestos y agotadoras sesiones de negociación a lado y lado del espectro soberanista de Cataluña. Esta es la última hora y el calendario para no perderse de aquí a lo que se presenta por delante. Este jueves es una fecha importante.

Está previsto que el PSOE registre en el Congreso de los Diputados la propuesta de la ley de amnistía acordada con Esquerra y Junts para que la valide la Mesa del Congreso. Se trata de una forma de visibilizar el compromiso con esta reforma legal, una de las exigencias de los políticos catalanes. Los republicanos han avanzado en las últimas horas otro acercamiento más; el traspaso de Rodalies a la Generalitat de Cataluña como forma de pacificar las deficiencias del servicio de tren en el Principat había sido una reclamación histórica de ERC y de otros agentes de la política catalana. Con todo, la dirección de ERC ha refrendado que hay acuerdo, siempre sujeto a lo que digan sus bases en una consulta.

En paralelo Junts reúne en Bruselas a su cúpula, con el fin de tomar una decisión final sobre la mencionada y posible investidura del candidato socialista a revalidar el Gobierno. Aun faltará que se pronuncie la militancia, aunque todo parece encarrilado, justamente, tras el compromiso de que la mencionada amnistía también opere en los casos de personas implicadas en los Comités de Defensa de la República (CDR) o Tsunami Democràtic, que entre otras acciones de protesta paralizaron el aeropuerto de Barcelona El Prat.

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Entretanto, la bancada opositora a estos movimientos no se mantiene de brazos cruzados. El movimiento llega desde el Senado, a sabiendas de la mayoría absoluta que el PP ostenta en la cámara alta. Allí los 'populares' han registrado una propuesta de reforma del Reglamento del Senado que permitirá a este grupo retrasar al máximo la tramitación de la ley de amnistía que el PSOE ultima con el independentismo catalán. La clave consiste, según fuentes del grupo popular, en dejar a la Mesa del Senado la potestad para decidir si una proposición procedente del Congreso se tramita o no por el procedimiento de urgencia.

No solo el PP se abona a esta senda. Vox también ha registrado una propuesta de reforma del Reglamento del Senado con la que busca dar la potestad a la Presidencia de la Cámara para suspender la tramitación de los proyectos de ley que no tengan informes preceptivos, como el de la ley de amnistía pactada entre el PSOE y los partidos independentistas. La propuesta la registraron los de Santiago Abascal el pasado martes, aunque en este caso buscan paralizar la ley de amnistía hasta que haya informes preceptivos. El texto de la iniciativa, al que ha tenido acceso Europa Press, pide reformar el Reglamento para que «recibida en el Senado una proposición de ley aprobada por el Congreso, en caso de no haberse incorporado los informes que, de haberse presentado esa iniciativa por el Gobierno como proyecto de ley, hubieren sido preceptivos conforme a la ley o las leyes aplicables en cada caso, uno o más senadores podrán reclamar su incorporación antes de continuar su tramitación».

Sin trámite de urgencia, cualquier ley, también la de amnistía, puede demorarse meses, e incluso años, si la Mesa acuerda sucesivas ampliaciones de los plazos de enmiendas, algo que ha ocurrido muchas veces en las dos cámaras legislativas, dilatando así su aprobación definitiva y su entrada en vigor. También en las últimas horas el PSOE de Castilla-La Mancha ha respondido a una carta del líder conservador en la región, Paco Núñez, que solicitaba al presidente Emiliano García-Page que inste a los diputados socialistas manchegos en el Congreso a votar en contra de la ley de amnistía.

Núñez le dice que «solo tú puedes hacerlo», y «parar este dislate de consecuencias funestas para los españoles». Para los socialistas, el requerimiento a García-Page es un llamamiento al transfuguismo político, o lo que es lo mismo, corrupción. Una vez comprometidos los apoyos de los soberanistas catalanes, aun quedará por amarrar el apoyo de PNV, BNG y eventualmente Coalición Canaria, que también apoyó a Alberto Núñez Feijóo en su fracasado intento de alcanzar La Moncloa del pasado mes de octubre.

El apunte

El momento de Armengol

Cuando el PSOE garantice los apoyos que Pedro Sánchez necesita será el momento de Armengol. La presidenta balear del Congreso de los Diputados deberá finalmente hacer algo que las voces del PP llevan semanas reclamándole: poner fecha al debate de investidura. En estos momentos, se da por sentado que el anuncio podría darse en las próximas horas; el debate en la cámara baja se fijaría para los días 8 y 9 de noviembre, por motivos de agenda del Jefe del Estado, que según prevén los formalismos, debe recoger de manos de la presidenta del Congreso el sentido de las votaciones de los diputados nada más producirse.