El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha ganado las elecciones, pero tiene muy difícil ser presidente del Gobierno. | Javier Lizón

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El PP ganó las elecciones generales celebradas el pasado 23 de julio, pero Alberto Núñez Feijóo tiene muy difícil, por no decir imposible, ser el próximo presidente del Gobierno. Esto se debe a que no le da la suma con Vox y el PNV ha dejado claro, desde el primer momento, que no facilitará su investidura porque también sería necesario el partido liderado por Santiago Abascal. Tras el éxito de la elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo se daba por hecho que los populares llegarían a la Moncloa y así lo ponían de manifiesto todas las encuestas, salvo las del CIS. Sin embargo, no ha ocurrido así y cabe preguntarse si el PP podrá volver a gobernar en España si existe Vox.

Guillermo Bezzina, politólogo del colectivo Passes Perdudes, considera que «el PP ahora mismo no puede gobernar España porque no es capaz de conseguir más fuerzas que den apoyo a la actual suma aritmética de PP y Vox. Antiguos socios del PP a lo largo de la democracia, como podían ser el PNV de Euskadi y la anterior CiU catalana, son partidos nacionalistas de comunidades históricas del Estado cuyos postulados son totalmente incompatibles con los que plantea Vox». No obstante, precisa que «en aquellas comunidades autónomas donde la suma ha sido suficiente, el PP está gobernando, ya sea en coalición con Vox o con el apoyo externo (como el caso de Baleares). Por tanto, hay evidencia de que los populares sí pueden volver a gobernar España, siempre que sean capaces de sumar mayoría con Vox. Si tuvieran que depender de fuerzas nacionalistas o regionalistas, entonces su capacidad de alcanzar el gobierno se reduciría sustancialmente, tal como está ocurriendo ahora mismo».

Por su parte, Gonzalo Adán, director del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), tiene claro que el PP volverá a la Moncloa aunque exista Vox. «Por supuesto, de hecho lo hará». En este sentido, argumenta que «los realineamientos son flexibles, hoy el PNV o Coalición Canaria votarían a Pedro Sanchez; pero mañana podrían hacerle una moción de censura y apoyar a Feijoo. De hecho, si Feijóo hubiera sacado sólo cuatro o cinco escaños más, tanto UPN como Coalición Canarias habrían pactado con él. Es cosa de muy pocos votos que gobierne la derecha o la izquierda. No olvidemos que PP y Vox gobiernan de una u otra forma en cinco comunidades autónomas». Pere Salvà, catedrático emérito de Geografía Humana de la UIB, sostiene que «en política no hay nada imposible. Si sumasen habría pacto».

¿Por qué fue suficiente en las autonómicas la suma PP-Vox?

Preguntados sobre por qué fue suficiente la suma PP-Vox en las elecciones autonómicas pero no en las generales, Bezzina responde que «se trata de diferentes elecciones, con diferentes censos y niveles de participación; además del contexto electoral. Por ejemplo, no hubo elecciones en Cataluña y Euskadi, donde formaciones como PP y Vox acostumbran a sacar un reducido número de escaños para el Congreso y en las que el resultado para el bloque progresista ha sido muy positivo, además de determinante. En segundo lugar, cabe destacar que, a diferencia del 28M, se ha producido una movilización del votante situado a la izquierda, que ha sido clave para entender el resultado del 23J. La campaña electoral, especialmente la última semana, fue otro elemento que contribuyó a movilizar a la izquierda después de los errores cometidos por el PP y del cambio de marco perjudicando a Feijoo. Finalmente, como he dicho anteriormente, a nivel nacional es importante contar con el apoyo de partidos de ámbito no estatal cuando no se tiene suficiente mayoría, hecho que en las autonómicas el PP no ha necesitado ahí donde está gobernando».

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Adán expone que «las campañas electorales del PP en todas las autonomías fueron muy buenas (Baleares, Valencia y Aragón de forma muy especial) y sin entrar a discutir con Vox. Pero la campaña del PP a nivel nacional ha estado llena de errores y confusiones respecto de los pactos, lo que ha aprovechado el PSOE para conseguir una remontada imprevista, rápida y limpia». Por su parte, Salvà añade que «no son los mismos comportamientos».

¿Ve posible la reunificación del centro-derecha?

En el PP cada vez hay más voces que piden una reunificación del centro-derecha. El politólogo del colectivo Passes Perdudes recuerda que «hace cuatro años teníamos un centro-derecha dividido en tres partidos (PP, Vox y Cs) y actualmente ya solo quedan dos. Por tanto, no hay duda de que el camino hacia la reunificación del centro-derecha es uno de los principales objetivos del PP y que en estas elecciones ha conseguido reagrupar mucho voto del bloque que anteriormente había votado a Cs y también a Vox. Vemos como la extrema derecha también ha perdido una cantidad considerable de votos, a pesar de salir de un ciclo electoral en el que están consiguiendo su máximo poder institucional. La estrategia del voto útil ha sido efectiva para el PP y le ha permitido obtener 137 escaños. Sin embargo, los populares han dado entrada a Vox en sus gobiernos de coalición, otorgándoles visibilidad institucional y mediática para marcar la agenda, además de capacidad de gestión. De la actuación de Vox en estas comunidades autónomas, de su capacidad de diferenciarse del PP y de la estrategia que realice el PP y su cohesión interna, dependerá esta posible reunificación que ya se ha iniciado. Como precedente tenemos el caso de Castilla-León, dónde el PP gobierna en coalición con Vox desde hace un año y el trasvase de la extrema derecha hacia el PP ha sido evidente, pasando de seis escaños en 2019 a tan solo uno este 23J».

El director del IBES considera que «es muy difícil a fecha de hoy la reunificación en un solo partido; ni en la derecha ni en la izquierda. Estamos en una fase multipartidista, en que la que el elector se siente mucho más cómodo con varios partidos que sólo con dos. Tanto PP como PSOE, se deben acostumbrar a pactar con partidos más pequeños, más incómodos, pero necesarios. Como en toda Europa». El catedrático emérito de la UIB cree que «es posible, pero es una línea teórica, ya que incluye segmentos que pueden ser del PP y/o del PSOE, así como nacionalistas».

¿Desaparecerá Vox?

El partido de Santiago Abascal sufrió un duro castigo en los comicios del 23J, ya que perdió 19 escaños (ha logrado 31). Ante este escenario, cabe preguntarse si es posible que siga el mismo camino que Ciudadanos, que ni concurrió a las últimas elecciones, o que Podemos, que lo hizo bajo el paraguas de Sumar y en las autonómicas tuvo muy mal resultado. Bezzina razona que «la mayoría de países europeos cuentan con fuerzas de extrema derecha en sus cámaras; además, venimos de un proceso electoral en el que han sacado buenos resultados a nivel autonómico y local, convirtiéndose en una fuerza de gobierno en importantes comunidades y municipios. Por tanto, no creo que en el corto plazo pueda seguir el mismo camino de Ciudadanos y desaparecer debido a estos hechos. Según como se desarrolle esta capacidad de gobernar y según la estrategia interna del PP, Vox seguirá un camino u otro. Pero no considero que camine hacia una desaparición, sino que ya tiene un suelo electoral y una capacidad institucional y mediática que facilita su supervivencia en el corto y medio plazo en nuestro sistema de partidos».

Adán ve «difícil» que Vox, Podemos o Sumar vayan a desaparecer a corto plazo. «Incluso si Vox desapareciera, por ejemplo por un caso enorme de corrupción o por errores estratégicos enormes de sus dirigentes, con toda seguridad nacería otro partido». Salvà tampoco cree que vaya a dejar de existir el partido de Abascal. «Pienso que no desaparecerá Vox, pero deberá cambiar las coordenadas de su discurso y adecuarlas a una visión mas real de la España del siglo XXI».