Mariano Rajoy, arropado por Ruiz-Gallardón, Sáenz de Santamaria, De Cospedal, Aguirre y Mato. | Efe

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, comparó ayer a quienes «se han quedado en el pasado» con un Partido Popular que sólo mira al futuro, y por ello, frente a los «mayores enemigos de las políticas sociales», él se comprometió a no adoptar ninguna medida que «perjudique a los que están peor».

Leganés, considerado enclave fundamental del ‘cinturón rojo' de Madrid y hoy gobernado por el PP, fue escenario del segundo gran mitin de Rajoy esta campaña, y a la cita no faltaron Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Ruiz-Gallardón, Pío García Escudero, Ana Mato o Miguel Arias Cañete.

El presidente del PP, que no suele prodigarse en elogios a los cargos de su partido, destacó que quienes integran su lista es gente «competente» que «tiene mucho futuro político».

Aparte del agradecimiento a la presidenta madrileña por su gestión, de la que dijo que ha contribuido a reducir «el enorme daño» que ha hecho a España la política de Zapatero, el presidente del PP escarbó en las diferencias entre el PSOE y su organización.

Los ‘populares' miran al futuro desde la concordia, afirmó Rajoy, mientras que los socialistas «se han quedado en el siglo XX, en el pasado», y tan sólo ofrecen como lema electoral «la pelea y la división».

Por ello, Rajoy se comprometió a avanzar por la campaña desde «la verdad», «la moderación» y «el equilibrio» y a aunar todos estos requisitos en la gestión de la economía del país, siempre y cuando gane las elecciones.

Al PSOE le queda «explicar por qué han traído esta vergüenza de situación económica». Es su «obligación», sentenció.

Para Rajoy, esta campaña electoral no es «una pelea al estilo clásico entre los partidos», sino un dilema que los ciudadanos han de resolver entre «seguir como hasta ahora» o asfaltar un camino que permita «ver la luz al final del túnel».