La ganadora, Kimberley Tartare, junto con Lorenza Carrasco, José Antonio Caldés y Alfredo Mazcuñán.

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El proyecto Genomamá de Kimberley Tartare se alzó, el pasado viernes 17 de mayo en Son Lledó, con el primer premio del programa de apoyo al emprendimiento Explorer UIB 2024. En el acto estuvieron presentes la vicerrectora de Innovació i Transformació Digital, Lorenza Carrasco; el director general d’Empresa, Autònoms i Comerç del Govern de les Illes Balears, José Antonio Caldés, y el director de las Institucions de les Balears del Banc Santander, Alfredo Mazcuñán. El galardón está impulsado por el Banco Santander con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears.

Tartare al obtener el primer puesto ha recibido una dotación económica de 1.500 euros. Por su parte, el proyecto Minva -una empresa enfocada a facilitar y aumentar la actividad investigadora mediante la consolidación del conjunto de datos de sitios webs- de Juan Camilo Franco Muskus, recibió el segundo puesto. Finalmente, el tercer puesto fue para el proyecto Peages, de Anabel Zambudio, Marc García, Alejandro Olmedo y Sergio Redondo, que promueve la educación ambiental y el vínculo familiar a través de una aventura autoguiada en un entorno natural de forma segura, inmersiva y económica con cajas de juego.

Genomamá consiste en un proyecto para mejorar la experiencia del embarazo mediante la nutrigenómica y dirigido al bienestar materno. El enfoque personalizado permite combinar la genética y la nutrición, así como diferentes cuestiones de bienestar como el estilo de vida saludable. Su creadora, Tartare, explica que «la base es ayudar a las futuras madres y darles apoyo y herramientas para que puedan tener un embarazo saludable y que el feto tenga una salud óptima». Toda la información estaría disponible en una aplicación que todavía no se ha desarrollado. Las usuarias encontrarían diversas recomendaciones especializadas tanto de dietas como talleres de actividades físicas, además tendrían disponible un foro en el que las usuarias se podrían comunicar entre ellas, Tartare aclara que «todos estos apartados estarán diseñados por expertos en la materia como doctores, nutricionistas o entrenadores personales especializados en el embarazo».

El proyecto, de momento, solo se trata de una idea pero gracias al programa Explorer, su creadora admite que le ha ayudado a perfilarlo y poder pasar de ser un simple concepto a un negocio, «con el programa he podido concretar toda la parte empresarial y conocer los diferentes códigos éticos que debe disponer. Además este proyecto responde al punto tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. También he aprendido lo que necesita una empresa para empezar, como una landing page. Realmente ha sido de gran ayuda porque yo, al igual que otros de mis compañeros, no teníamos formación en administración de empresa ni en economía».

Por otro lado, la idea de este proyecto, según cuenta Tartale, surgió porque tenía muchas amigas y conocidas a su alrededor que estaban embarazadas, «en mi entorno conocía a mujeres que estaban o están embarazadas y me di cuenta que tenían una falta de atención personalizada y toda la información que recibían era muy generalizada, es decir, les daban a todas las mismas recomendaciones y no a todas ellas les iba bien lo que les aconsejaban». A lo que la ganadora añade que «mis amigas no tenían un seguimiento recurrente y tenían muchas preguntas. Así pues, la aplicación pretende dar respuesta a las dudas que les puedan ir surgiendo durante todo el embarazo, a parte de ser un apoyo y asesoramiento continuo». A pesar de que el proyecto todavía se encuentra en una fase de exploración, Tartare tiene esperanzas de que en un futuro se pueda lanzar y que las futuras madres de todo el mundo puedan utilizar la plataforma para resolver sus dudas y que les sirva de apoyo.