Joan Perelló es fundador y consejero delegado de Sanifit. | GRUP SERRA

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Sanifit ha conseguido, con su venta a Vifor Pharma por 375 millones de euros, la mayor transacción de España en el sector biotecnológico. Detrás de este logro, que sitúa a Mallorca y a la Universitat de les Illes Balears en el mapa mundial del sector, se esconden 17 años de trabajo desde la creación de la spin-off para conseguir transformar una investigación universitaria en un fármaco. En esta travesía, la Oficina de Transferència de Resultats de la Investigació (OTRI) de la Fundació Universitat-Empresa (FUEIB) ha sido el compañero de viaje imprescindible de Sanifit. Joan Perelló, su consejero delegado, explica cuáles han sido las claves del éxito.

¿Cuál es el origen de Sanifit?

Sanifit tiene una historia de 17 años. Bernat Isern y yo creamos una empresa en 2004 a partir de una investigación que había generado algunas patentes. Nosotros éramos dos de los investigadores que habían generado las patentes, que son propiedad de la UIB y se transfirieron a Sanifit. Esto fue mucho antes de que existiera la Ley de Ciencia, que es del año 2011, que estableció unas reglas de juego. Antes no había mucha experiencia en España sobre cómo hacer una spin-off.

¿Y cúales fueron los primeros pasos de Sanifit con la OTRI?

La Oficina de Transferència i Resultats de la Investigació identifica la tecnología que genera la UIB, ve si se puede patentar y después incentiva que se lleven a cabo las transferencias de conocimiento. En definitiva, lo más importante que hace la OTRI para una spin-off son los acuerdos de licencia, que garantizan que las investigaciones tengan un vehículo para crear valor y convertirse en productos o servicios. Hay que impulsar los proyectos de la UIB con potencial de mercado. Con la primera patente, establecimos un contrato de licencia por el cual la UIB cedió el derecho comercial de las patentes a Sanifit y, a cambio, la UIB tendrá una serie de derechos. Sin embargo, con los años hemos llegado a tener seis familias de patentes, y cada una genera unas negociaciones que acaban en unos acuerdos de licencia.

Será el primer fármaco que proviene de una investigación de la UIB.

Si los resultados de la investigación en fase III son positivos, efectivamente se lanzará al mercado el primer fármaco que proviene de una investigación de la UIB, pero ya hay otros productos que no son fármacos que se han lanzado provenientes de dos familias de patentes. La compra de Sanifit por parte de Vifor estaba centrada en una tercera familia que ha tenido más repercusión mediática. Esta patente de 2008 protege el fármaco SNF402, que es el primer medicamento nacido en una universidad española que llega a fase III.

¿Qué otros servicios proporciona la OTRI a spin-offs como Sanifit?

La OTRI también nos ha ayudado con el programa de captación de talento, nos da visibilidad y organiza eventos para conectar con miembros del ecosistema biomédico. Sin embargo, lo más importante es la investigación traslacional. Es decir, identificar los proyectos que se generan en la UIB que tienen potencial de generar productos o servicios que se puedan desarrollar, ya sea con una empresa establecida o una spin-off. Ahora tratamos de que los hospitales también tengan una figura similar a la de la OTRI. Es importantísimo cultivar el ecosistema para que los investigadores que quieren emprender encuentren facilidades y no les suponga un prejuicio en su carrera académica ya que, por ejemplo, años atrás no existía una ley que permitiese compatibilizar la actividad académica con una spin-off.

¿Cómo ha cambiado el mundo de las spin-off desde que empezaron hasta ahora?

Ahora hay inversores especializados, eventos... se ha creado en España un ecosistema biomédico como tal, cosa que en 2004 no existía. Durante todos estos años hemos aprendido y, ahora que el camino ya está recorrido, esperamos que las nuevas spin-off que aparezcan lo tengan más fácil.

Finalmente, ¿cómo se puede fomentar el ámbito de la investigación en Balears?

Lo explicaré con una anécdota. En 2015 hicimos una ronda de financiación que en ese momento fue la más grande llevada a cabo en España -levantó 72 millones de euros-. Unos inversores nos pidieron algunos cambios en uno de los seis contratos, el que finalmente ha generado el interés de Vifor Pharma. Y en 45 minutos estaba hablando con la FUEIB. Todo ello ha derivado en la compra por parte de Vifor. Es muy importante que la OTRI sea rápida a la hora de tomar decisiones, y lo es. Es esencial para no perder oportunidades.