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La pandemia de la COVID-19 ha tenido una repercusión mundial, afectando en mayor o menor medida a todos los países y limitando la movilidad internacional. Un virus que según parece se originó en China se extendió en poco tiempo por todo el planeta, dejando patente más que nunca la interconexión global que existe en la actualidad. Y de la misma forma, la ingente campaña de vacunación que se está llevando a cabo para vencer a la pandemia evidencia las numerosas influencias internacionales que condicionan el número de vacunas que pueden llegar a uno u otro país, así como el tipo de vacuna indicado en cada caso.

La humanidad se enfrenta a enormes desafíos en los próximos tiempos y para afrontarlos con garantías se necesitan líderes y personas que cuenten con las habilidades necesarias para resolver problemas y generar soluciones eficaces en un contexto intercultural, o lo que es lo mismo, personas aptas y con una clara mentalidad internacional, pues ya sabemos que según el efecto mariposa un pequeño cambio en un punto del planeta puede generar grandes variaciones o resultados en puntos muy distantes.

La mentalidad internacional es una visión del mundo en la que las personas se consideran conectadas a la comunidad global y asumen un sentido de la responsabilidad hacia sus miembros. Es la conciencia de la interrelación de todos los pueblos y naciones, así como el reconocimiento de su complejidad. Las personas con mentalidad internacional aprecian y valoran la diversidad de pueblos, culturas y sociedades presentes en el mundo y se esfuerzan por aprender más sobre los demás desarrollando empatía y solidaridad hacia ellos para lograr un entendimiento y respeto mutuos.

Lograr esta tarea es solo posible si se alienta a las personas a pensar de manera global, pues el mundo se encuentra en una etapa de intercomunicación como jamás se ha vivido antes y por ello y desde los ámbitos más formales de la educación reglada, comenzando con las pequeñas acciones del día a día en los colegios, uno de nuestros objetivos esenciales debe ser infundir en nuestros alumnos una mentalidad internacional que promueva el conocimiento de otras culturas y fomente en ellos el interés por las cuestiones globales.

Por ello, los alumnos de un colegio internacional y sus comunidades de aprendizaje poseen una variedad de perspectivas, valores y tradiciones y se basan en estas perspectivas diversas para generar un sentido de pertenencia con respecto a la condición que nos une como seres humanos y a la responsabilidad compartida de velar por el planeta.

Sin duda, esta mentalidad internacional unida a la aplicación de innovadoras metodologías activas de aprendizaje que fomentan la adquisición de habilidades por parte de los alumnos en base a una transferencia práctica de los conocimientos, ha permitido al colegio Agora Portals formar parte de la lista de los 50 mejores colegios de España que ha publicado por primera vez la prestigiosa revista Forbes, el único de las Illes Balears en ese listado. Más allá de este logro de la comunidad educativa Agora, es necesario que todos los colegios den voz a sus alumnos para que sean conscientes de que con sus acciones, gestos y mentalidad internacional pueden influir en el mundo y contribuir a su mejora.