Juan Tur y Aitor López son los dos socios de Solsulet, empresa que fundaron en el año 2018. | Daniel Espinosa

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La transición energética es uno de los grandes retos que deberán afrontar los ciudadanos de Balears para hacer frente al cambio climático en un futuro próximo. Y a la energía solar le tocará jugar un papel principal. Ante este panorama no es de extrañar, pues, que dos jóvenes ingenieros industriales ibicencos decidieran unir sus caminos profesionales y fundar Solsulet en 2018, una empresa especializada en la instalación de placas fotovoltaicas y cargadores de vehículos eléctricos.

Ellos son Juan Tur Torres y Aitor López Viñas, los dos socios de Solsulet que pretenden que la isla de Eivissa deje de estar en el furgón de cola en la producción de energías renovables, con solo el 0,3% procedente de recursos limpios en el año 2019. Según el Ibestat, ese año se produjeron 1.260,8 MWh en la mayor de las Pitiüses, menos de la mitad de los 2.544 MWh de renovables producidos en Formentera ese mismo año.

“Aitor ya trabajaba en mi oficina de ingeniería desde 2014, con la que ofrecíamos servicios de consultoría energética para la implantación de renovables, y vimos que muchas empresas de fuera de la isla se llevaban los trabajos más especializados. Nos dimos cuenta de que los clientes tenían una opinión negativa sobre las energías renovables, bien porque no les funcionaban o porque les habían vendido materiales inadecuados, y con Solsulet dimos un paso más para ofrecer un servicio integral y especializado”, explica Juan Tur. Este ingeniero, que lideró hace casi una década del movimiento ciudadano en contra de las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo, siempre ha apostado por impulsar las energías renovables en Eivissa. “Ofrecer un buen servicio era clave para ayudar a cambiar las cosas y en 2017, cuando los precios ya eran competitivos, vimos un incremento en la demanda de placas solares. Contactamos con expertos internacionales que señalaban que en 2020 la energía solar sería la más barata del mundo y vimos que era el momento de dar el paso y empezar un nuevo camino”, apunta Tur.

En Solsulet dan servicio tanto al sector privado (particulares, hoteles, comercios, industrias, talleres,…) como a administraciones públicas y particulares. Su equipo de 13 trabajadores (cuatro ingenieros, un técnico superior en energías renovables, un delineante y siete montadores) hace posible abordar cualquier reto. “Somos la única empresa de Eivissa que ofrece un servicio integral completo en cualquier proyecto relacionado con la energía fotovoltaica, damos un servicio especializado que cubre todas las necesidades de nuestros clientes”, explica Juan Tur, cuyo rol en la empresa es el del diseño y proyección de soluciones a los problemas que plantean sus clientes, mientras que Aitor López se encarga de ejecutar las instalaciones y llevar el mantenimiento y seguimiento de estos proyectos.

“Llevamos a cabo proyectos a medida de cada cliente, lo que provoca una necesidad de mejora continua en el conocimiento de la tecnología existente y de las novedades del sector en cuanto a normativas y subvenciones”, destaca Tur. Esto provoca que hayan establecido estrechas relaciones con proveedores, fabricantes y otros instaladores de la península, así como de países Francia, Italia, Países Bajos o China para estar al corriente de las novedades tecnológicas.

INVERSIÓN. Uno de los motivos por los cuales la energía solar todavía no ha cuajado en Eivissa es el elevado precio de las placas solares y las dudas sobre su amortización. No obstante, según Juan Tur la situación ha dado un vuelco: “Esto era así hasta hace un año o menos. Actualmente, el usuario ya sabe que la rentabilidad de las instalaciones es muy alta y el periodo de amortización muy bajo. Además, si se compara con otro tipo de inversiones, no hay ninguna que iguale a la energía fotovoltaica. Además, te permite empoderarte energéticamente, ahorrar en la factura eléctrica y proteger el medio ambiente”.

AUTOCONSUMO. Pese a que las Pitiüses tiene más de 2.600 horas de sol al año, en los tejados de las viviendas de Eivissa se ven todavía muy pocas placas solares. “Hasta ahora solo instalaban placas las personas que no tenían acceso a la red eléctrica, que tenían que optar por un sistema solar con baterías. Con las trabas administrativas, el precio que tenía la energía solar y el llamado impuesto al sol, las instalaciones de placas solares eran muy poco atractivas. Pero esto ahora está y seguirá cambiando ya que en la ley de autoconsumo (Real Decreto 244/2019) ha hecho que haya unas pautas y unos protocolos a seguir para que las instalaciones solares sean viables”, comenta Tur.

¿Puede autoabastecerse una vivienda únicamente de energía solar sin necesidad de estar conectada a la red eléctrica? Según Solsulet, sí. Pero su recomendación es “hacer una instalación de placas calculada para los consumos durante las horas de sol y, por la noche, consumir de la red eléctrica con una tarifa nocturna”. En Solsulet también han instalado placas solares en hoteles. Edificios donde también es rentable su colocación pese a que están inactivos en los meses de invierno.

“Las instalaciones solares en los hoteles aportan, generalmente, menos de la mitad de lo que consumen a pleno rendimiento. La mayoría solo dispone de una parte de la cubierta y su densidad energética por metro cuadrado construido es alta, por lo que acaba siendo una instalación rentable, ya que se pierden pocos kilovatios hora, tanto en verano como en invierno. Además, el excedente energético producido en invierno, se compensa en la factura por el consumo nocturno”, explica Tur.