El Hotel Maysi está junto a Es Arenals.

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Un paraje idílico y el carácter familiar es lo que definen al Hotel Maysi de Formentera. Ubicado a tan solo 100 metros de la playa es Arenals, este establecimiento fue construido en unos terrenos familiares por Vicente Tur Escandell y Francisca Escandell Serra, los abuelos de José Serra Tur y Catalina Serra Tur, que son la tercera generación de esta familia de emprendedores turísticos.

“El pequeño de la familia y, por tanto la cuarta generación, es Pau Serra Matutes”, relata José Serra Tur, director del establecimiento, sobre su hijo. “El hotel abrió a principios de la temporada de 1973. Antes la temporada era más larga y abríamos a finales de marzo. Recuerdo que todos eran alemanes y que no entendíamos prácticamente nada de lo que nos decían; tuvimos que aprender a la fuerza y rápido”, recuerda con nostalgia Francisca Escandell, que impulsó la apertura del Hotel Maysi junto con su marido Vicente Tur Escandell. Y si bien los alemanes continúan visitando Formentera, el tipo de turismo ha cambiado.

"Los turistas que venían eran alemanes. El poder adquisitivo de ellos era muy superior al nuestro ya que solo con el cambio de moneda había mucha diferencia. El turismo va cambiando ya que hace unos 10 años había gente más joven en la isla y nos costaba un poco más llenar por la distancia que había con los pueblos. Además, la gente más joven quería ir a es Pujols para poder salir por las noches y demás”, explica esta familia. En la actualidad, el tipo de turista que visita la menor de las Pitiüses busca “sitios frente al mar y con mucha tranquilidad. Hacemos una valoración muy positiva de todos estos años porque ya vamos por la tercera generación y esto significa que nos valoran y que les gusta el trato familiar”, apunta José Serra Tur.

Para ir adaptándose a los cambios de turismo, el hotel ha vivido “continuas reformas, desde la cocina hasta los muebles de las habitaciones, baños, etc. El Maysi de ahora no tiene nada que ver con el de 1973”. La primera gran reforma se produjo en el año 85, que fue cuando hicieron la piscina y, desde entonces, siempre han ido mejorando. En los últimos años, según relata el director, el establecimiento hotelero se ha ido informatizando: “De hecho, este año se cambiarán las puertas y se instalarán puertas con tarjetas. Recuerdo cuando teníamos los típicos llaveros de hotel que eran enormes para que la gente no se llevara las llaves y las perdiera”. Este año, según explican, “daremos solamente retoques al hotel; llevamos muchos años reformando y es hora de pensar en poner el freno, aunque realmente siempre estamos haciendo cosas”.

El Maysi cuenta con 40 habitaciones, una piscina con vista a la playa y solarium. “Estamos un poco lejos de todo, así que tenemos una tienda donde los clientes pueden comprar los productos de primera necesidad”.
En su primera temporada en 1973 contrataron a ocho empleados. En la actualida cuentan con un plantilla de 13 personas.

En cuanto a cómo está yendo la actual temporada turística, aseguran que es “difícil” decir que es “mejor que otros años. Nosotros, gracias a Dios, estamos prácticamente llenos siempre, por lo que es difícil decir que va a mejor, pero lo que sí que es cierto que se ve más gente en la playa”. Uno de los problemas que detectan en la menor de las Pitiüses es que ha aumentado el alquiler de pisos a turistas, lo que propicia que haya “mucha más gente en la isla”, además de crear un problema de vivienda para la gente que busca para todo el año. “Tenemos que ir con cuidado con la masificación ya que Formentera vende tranquilidad y la masificación la pone en peligro”, explica el director del hotel.

FUTURO. Entre sus planes de futuro se encuentra que la cuarta generación “coja las riendas” y no descartan hacer una reforma integral y hacerlo todo completamente nuevo, aunque reconocen que “depende mucho del futuro” ya que están a la expectativa de la Ley de Costas. “Este hotel se hizo en tierras de la familia Can Carlus con todas las licencias y permisos, incluso con autorización de Costas y Capitanía Marítima. Con la Ley de Costas del 88 quieren convertir la propiedad privada en una concesión y que perdamos la propiedad, que es el sudor de nuestra familia. Actualmente, se ha hecho una nueva Ley de Costas, así que tenemos la esperanza de salvar la propiedad”, concluye José Serra Tur.