La escritora inglesa Lara Williams (Mánchester, 1985) posa con su libro traducido al catalán, 'L'Odissea' (Angle Editorial) en Rata Corner, donde este martes participará en el ciclo 'Màtries'. | Pilar Pellicer

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Un crucero de lujo con tiendas impersonales que pretenden ser auténticas y trabajadores anestesiados que no son capaces de coger el timón de sus vidas. Esta es la fauna que habita en esta masa flotante y «no-lugar» donde Lara Williams (Mánchester, 1985) ha encontrado la perfecta metáfora de la actual sociedad. «Es un pequeño continente del que no puedes escapar, no hay adónde ir y todo el mundo es un poco miserable», afirma. Lo plasma en su última novela, L’Odissea (Angle Editorial), con la que esta tarde participará en el ciclo Màtries de la Fundació Mallorca Literària. La cita, en la que charlará con la editora Irene Pujades, es este martes 30 de abril a las 19.00 horas en Rata Corner.

La protagonista de la historia es Ingrid, una mujer que lleva cinco años trabajando en diferentes puestos del crucero, desde el bar o el salón de manicura hasta la tienda de souvenirs, que llega al crucero escapando de su vida pasada y de «una familia súper controladora». En el crucero, Ingrid parece «feliz y liberada de cosas que forman parte de la rutina, como decidir qué ponerte por la mañana o qué vamos a comer. Ella quiere abandonar toda responsabilidad y decisión; aspira a no ser», cuenta la autora sobre esta obra inspirada en el relato de David Foster Wallace.

Humor ácido

Por otra parte, el tono de la escritura resulta tan importante como el propio argumento. «Me propuse a mí misma una serie de reglas, como ser caótica a propósito, con frases largas y otras más directas. Quería ser sarcástica, que el lector no estuviera seguro de qué está pasando o a qué juega. Mi intención era que el estilo fuera lo opuesto a lo que encuentra en el crucero: sin artificios, con un punto juguetón», añade.

Así, por ejemplo, uno de los personajes más extravagantes es el de Keith, el capitán del barco, que selecciona a Ingrid para un programa formativo basado en el wabi-sabi, la filosofía japonesa que nos impulsa a aceptar la imperfección del mundo. «Está basado en tipos como Elon Musk o gurús de Silicon Valley que practican una cultura del trabajo que hace que se confunda con la propia vida, absorbiendo a la persona por completo», apunta.

Como en su anterior novela, Las devoradoras (Blackie Books, 2021), las protagonistas de la acción son mujeres, en una clara intención de la autora de «retratar a mujeres que se empoderan y que viven de forma diferente a como se espera que lo hagan». Sin embargo, en la próxima, que se titulará Living worth, por primera vez un personaje masculino desarrollará un papel importante. «Está ambientada a finales del siglo pasado, en una ciudad cerca de Seattle (Washington) que se dedica a la industria de la madera y que, de repente, desaparece. A partir de ahí, construyen una ciudad temática alemana en la que ocurre algo surrealista y misterioso: aparece un agujero en las afueras de la ciudad. El libro trata de cómo, con tantos cambios, tenemos que estar continuamente redefiniendo», avanza la escritora, que todavía no puede confirmar cuándo saldrá a la luz esta historia.