David Barro, nuevo director de Es Baluard Museu. | Jaume Morey

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Con entusiasmo, «con ganas» de trabajar y, sobre todo, con un objetivo claro: «Quiero que este museo sea una referencia indiscutible del arte contemporáneo nacional e internacional». Así se presentó ayer el nuevo director de Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma, David Barro (Ferrol, Galicia, 1974), en su primera comparecencia pública tras imponerse en el concurso público para la dirección de este museo y «buque insignia» en las Islas. Es el primer hombre que dirige el centro –antes lo hicieron cinco mujeres– e inició su intervención en catalán, ya que está convencido de que «no hay mejor manera de proteger una cultura». El gallego, que hasta ahora llevaba las riendas de la Fundación DIDAC en A Coruña, traza en esta entrevista una pincelada de las claves de su proyecto y sus principales objetivos para Es Baluard en los próximos cuatro años.

¿Qué le motivó a presentarse al concurso para dirigir?
En una de sus últimas entrevistas que hizo aquí, Imma Prieto [anterior directora del museo] dijo que Es Baluard está en el mejor momento de su historia, y lo está, pero voy a intentar mejorarlo. Si no creyera que puedo aportar muchas cosas para ello no estaría aquí. Es Baluard ha ganado peso y tiene todos los ingredientes para ser un referente, tiene que ser imprevisible, con voz propia y personalidad. Tiene que dar pasos grandes en torno a lo social, porque fuera de la Isla el museo es mucho más conocido en el ámbito profesional que en el social, económico, el de la cultura en general, la sociedad. Para mí, el equipo es clave y es un lujo tener un buen equipo en los tiempos que corren.

A grandes rasgos, ¿cómo es el proyecto que tiene para Es Baluard?
No puedo adelantar nombres, pero vamos a comenzar con una trilogía durante los próximos tres años, bajo el título de Nachleben, un concepto entre la pervivencia y la supervivencia que aplicaremos a las disciplinas artísticas. Es Baluard es un museo singular y emblemático, con una colección de más de 800 obras de calidad. Hay que conseguir que a través de la colección se construyan vías de conocimiento, investigación y comunicación. Quiero hacer exposiciones de tesis y profundizar en temas que ayuden a construir la historia del arte. También es clave que Palma se destaque por el turismo cultural porque tiene todos los ingredientes. Habrá una línea de exposiciones que tiene que ver más con el territorio, retrospectivas de artistas de peso internacional y, por supuesto, creadores del contexto nacional y balear. Esto último será independientemente de su condición generacional, puede haber una trayectoria rigurosa de seis años y otra que tenga sesenta.

¿Cómo valora la gestión de su predecesora, Imma Prieto?
Creo que ha hecho un magnífico papel, ha trabajado con una buena programación y ha conseguido logros importantes, como el congresos CIMAM.

El congreso CIMAM colocó al museo en el mapa internacional.
Y eso es buenísimo, es uno de lo hitos que ha tenido Es Baluard en sus 20 años. Ayudó muchísimo a posicionarlo dentro del contexto profesional del arte internacional. A nivel profesional se han dado muchos pasos y eso también es una de las cosas que me animó a capitanear el museo en esta nueva etapa. Ha sido muy importante desde el punto de vista profesional y un gran impulso.

En la presentación ha hablado de «pensar a lo grande». ¿Qué quiere decir?
Se puede interpretar de varias maneras. Es Baluard ya es un museo que invita a pensar a lo grande, pero lo grande se consigue apuntalando pequeñas cosas. Lo grande sería conseguir que socialmente el museo se consolide, es fidelizar a la gente y que no visite el museo más de una vez, que se anime a volver. Pensar a lo grande es hacer una programación de calidad y que esa calidad llegue a todas partes, aquí y a Argentina o Alemania, cualquier país. Pensar a lo grande es hacer un buen trabajo y si conseguimos poner en marcha todo ese engranaje haremos que Es Baluard piense a lo grande y se consolide mucho más de lo que ya lo está.

Para eso se necesita también un buen presupuesto.
Es un poco temprano para hablar de ello, hay partes que no conozco, me falta hacer un análisis completo de la situación. Hay que buscar y multiplicar el presupuesto. Vengo de trabajar en proyectos independientes, donde siempre he tratado de conseguir más dinero del que había. Es una de mis intenciones aquí.

En su presentación, ha iniciado su intervención en catalán. ¿Es una declaración de intenciones?
Una lengua es la expresión sonora y de permanencia de una cultura, la lengua es mi compromiso y va mucho más allá de que yo llegue aquí hablando catalán. Quiero trabajar a través del lenguaje del arte, que es universal, pero eso no implica que pensar en una lengua no sea fundamental, vengo de un lugar [Galicia] donde la lengua lo es, mantiene la tradición de un pueblo, mi compromiso es total con el contexto y la lengua. Simbólicamente, dar la primera parte de mi discurso en mallorquín es un posicionamiento.

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No es la primera vez que trabaja en Mallorca, ha comisariado exposiciones en Es Baluard y en el Casal Solleric. ¿Conoce el tejido cultural de la Isla?
Lo conozco y está en un gran momento, con infraestructuras como CaixaForum, el Solleric, la Fundación Juan March..., que son importantes. La red de galerías es muy buena y me gustaría que se conociera más fuera de la Isla. El nivel de artistas es excelente, conozco una parte. Espero poder contribuir y colaborar desde Es Baluard, que en mi opinión debe ser el buque insignia, y tiene que colaborar, dialogar y potenciar su contexto cultural, artístico y social.

¿Y la colección del museo?
Es el eje narrativo de Es Baluard. Parte del modernismo pictórico y se hace más fuerte en los años 60 y 70, es más sólida porque es numerosa. Hay varios relatos ahí. Se ha trabajado muy bien la performatividad y el tratamiento de las mujeres artistas, también con numerosa obra. Una de las cosas que voy a incorporar, y espero que sea pronto, es un depósito importante de una colección que tiene que ver con la pintura internacional. Ese núcleo feminista debe continuar.

¿Trabajará con perspectiva de género?
Ser el primer director hombre, en un museo que ha trabajado tan bien la presencia de mujeres artistas en su colección, me confiere una mayor responsabilidad. Necesitamos la construcción de una historia del arte más justa y la ventaja de este museo es que tiene una colección muy equilibrada en ese sentido. Es Baluard ha consolidado su compromiso con el avance feminista y yo tengo que seguir con ese legado y darle más ímpetu.

¿Qué es lo primero que va a hacer?
Mi proyecto se materializará en enero de 2025 y hasta entonces trabajaré con la programación que viene. También quiero ir conociendo las posibilidades del museo y tratar con artistas, comisarios... La programación de este año es muy atractiva.