La poeta y artista visual Laura Torres Bauzà.

TW
0

Laura Torres (Palma, 1990) estudió Belles Arts en la Universitat de Barcelona, por eso, «cuando me preguntan qué soy, suelo contestar artista visual, por proximidad», reconoce. Sin embargo, diferentes profesoras le recomendaron que, para ordenar sus proyectos, lo pusiera por escrito. «En vez de escribir textos más descriptivos, como es más usual, opté por la poesía. Luego fui explorando más ese lenguaje hasta que publiqué mi primer poemario. De hecho, con el tiempo, se puede decir que la proporción es cincuenta a cincuenta, medio artista visual y medio poeta», reconoce.

Ahora, la mallorquina, que vive a caballo entre Palma y la Ciudad Condal, acaba de empezar una residencia de escritores en Croacia, como parte del proyecto Ulysses’ Shelter. La editorial y agencia literaria Sandorf, con base en Zagreb, es la que se encarga de su coordinación. Curiosamente, uno de sus fundadores es Ivan Sršen, traductor de Robert Graves. Además uno de los socios que apoyan la iniciativa es la Mallorca Film Commission. El objetivo, señala Torres, es «generar un intercambio entre escritores de diferentes lugares, como Serbia, Croacia o Grecia y, respecto a la Mallorca Film Commission, hay una residencia dirigida a guionistas en Mallorca».

Torres se encuentra, concretamente, en Mljet, una isla un tanto remota, cerca de Dubrovnik. «Es un paraje alejado de todo, donde básicamente tengo que relacionarme con los residentes y todo lo que se lleva a cabo, como el proyecto cultural y de dinamización que desempeña la biblioteca. Al final escribiré un texto que se publicará en una web con el resto de los participantes», detalla. «Todavía no he pensado exactamente cómo será ese texto, pero seguramente será narrativo con un fuerte componente poético, que se combinarán con un formato de diario».

Dinamarca

Esta no será la única residencia de Torres este año, ya que en abril formará parte de otra en Dinamarca, específicamente en Malt AIR. Durante su estancia allí, la mallorquina se adentrará en el archivo de la localidad de Ebeltoft, donde examinará documentos textuales y visuales. El propósito es «descubrir los detalles y las narrativas ocultas que dan forma a la realidad de Ebeltof», prestando especial atención en «cómo la comunidad se presenta y se representa a sí misma».

La idea surgió a raíz de la tesis doctoral en la que está trabajando, que versa sobre el cineasta alemán Harun Farocki (1944-2014). Su obra está vinculada al archivo como manera de repensar cómo se construye el relato histórico y la propia realidad, cómo contamos historias. Su manera de entender estas cuestiones me ha ayudado a repensar mi perspectiva», matiza.

«Con mis obras intento acercarme a las maneras que tenemos de vivir o de estar en el mundo para, así, ver desde dónde están construidas. Y no son verdades absolutas, puesto que dependen del punto de vista y del modo en que se aproximan a la realidad», insiste. «Se trata de poner en duda nuestro alrededor, nuestro entorno, y ver qué podemos aprender de él, hacernos preguntas. Mis obras no ofrecen una respuesta concreta, sino que invitan a hacerse estas preguntas», concluye.