Tomeu Penya, en una imagen promocional de su último trabajo. | P. Pellicer

TW
2

Tomeu Penya parece haber sellado un pacto, de esos en los que se entrega el alma y se obtiene un prodigio maldito. Sus canciones destilan la sensibilidad de un maestro costumbrista, suenan como si la década de los sesenta volviera a arrancar en pleno siglo XXI. Enamorat d’en Burt es su último single, un corte que revierte el paso del tiempo lanzando una encendida misiva a un tal Burt, que bien podría ser ‘el temible burlón’ Lancaster, o el ‘caradura’ Reynolds, pero que, en cambio, se trata del pianista y compositor Burt Bacharach, pionero –junto a Henry Mancini– en la orquestación del pop.

Entre destellos de nostalgia, Penya describe el cráter emocional que le dejó el tema Rain drop keep falling on my head, piedra angular de Dos hombres y un destino, cinta protagonizada por dos tipos que quizás les suenen: Paul Newman y Robert Redford. El cantautor de Vilafranca de Bonany repasará su cancionero en la Revetla de Sant Sebastià de Palma 2024, el próximo viernes a partir de las 23.59 horas, en la Plaça Major.

Historia

Si se retirase mañana, pasaría a la historia como una de las mayores figuras del rock català; para algunos, la primera. Pero sigue con hambre. Como prueba la publicación de su último single, una nueva radiografía sentimental de este narrador incansable; una nueva polaroid de su mente insomne, de cinismo crónico, que encandilará nuevamente a sus seguidores.

A sus 74 años, Tomeu Penya sigue dando el tipo como secundario de una película de Sam Peckinpah, de esas en los que las balas escapan de la pantalla al espectador. Pero nuestro protagonista, con su voz nasal y ese rostro pétreo esculpido en el monte Rushmore, nada tiene que ver con aquel Grupo Salvaje repleto de personajes desarraigados y violentos. Aunque sí comparten algo: ambos se encuentran en el otoño de sus vidas y están decididos a jugar su última mano con dignidad, ajenos al cambiante ritmo de los tiempos. Y es que sus canciones mantienen su genética rockera, conservan su talante llano, como es Pla que lo vio nacer.

Nuestro ‘Johnny Cash’ particular, uno de los artistas más queridos de ses Illes y de toda la comunidad catalanoparlante, con más de medio siglo de trayectoria a sus espaldas, desplegará en la Revetla el clásico ejercicio de greatest hits, pequeñas intrahistorias teñidas de amor, sátira y una fuerte pegada melódica.