Valèria Cuní reconstruye el Campanet de sus abuelos en el corto ‘Cementeri d’estiu’.

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La directora catalana Valèria Cuní rodó en octubre en Campanet su cortometraje Cementeri d’estiu, una historia que devolvía la localidad a los años 60 para narrar una trama en la que el turismo, la muerte y el amor se unían en un verano con mucho que contar. Sin embargo, a pesar de la relación existente entre el boom turístico y la apertura de la Isla, la película de Cuní tiene mucho más.

La joven cineasta catalana tiene raíz mallorquina porque su familia es de la Isla. Su abuelo, de hecho, era de Campanet. Fallecido en 2020, fue a raíz de su muerte que Cuní fue «descubriendo la tradición familiar del duelo». «Me sorprendió mucho lo tradicional que era Campanet y pasé todo ese verano acompañando a mi familia y mi abuela en el cementerio». Así nació el germen de la historia, un verano en Mallorca alejadísimo de las playas, del turismo, de la fiesta.

Las piezas terminaron de encajar cuando surgió la idea de ubicar la historia en el tardofranqusimo y contarlo desde la perspectiva femenina de una joven isleña que se enamora de un turista sueco. La metáfora se escribe sola: «Esa Mallorca ilusionada con el abrirse, cambiar por el extranjero, pero luego sentirse utilizada y, una vez ocurre eso, no hay vuelta atrás».

Coescrito con Rita Acebrón y protagonizado por Blanca Creus, Cementeri d’estiu es una historia de cómo Mallorca y el turismo se conocieron, sí, pero también una historia personal en la que Cuní se ha «abierto muchísimo». El proceso de escritura, de hecho, ocurrió en el propio pueblo, familiarizándose las dos guionistas con la localidad, inspirándose en sus calles, hablando con los vecinos y, como no, con la abuela de la propia directora.

«Es el pueblo de mi familia y he pasado allí varios veranos, pero cambia mucho la relación cuando vienes a rodar. He pasado de ser la nieta de tal a ser la que vino a rodar un corto aquí», confiesa riendo Cuní al tiempo que agradece toda la disponibilidad y amabilidad de la gente de Campanet. «Tuvimos todas las puertas abiertas». Sabe, también, que no hubiera podido hacerlo tan fácilmente sin su abuela, Montse, que es «quien ha abierto muchas de esas puertas».

Ahora el corto se halla en fase de montaje y cuenta para su banda sonora con el compositor mallorquín Joan Martorell, autor de la música de cintas como Los buenos modales, candidata a un Goya este año, además de haber trabajado con compositores de la talla de Hans Zimmer. La propia Cuní confiesa sentirse encantada por contar con Martorell: «Es increíble que quiera hacer la música», explica.

Cuní avanza que una vez que esté terminado el cortometraje se hará un preestreno en Campanet, como no podía ser de otra manera, aunque ya avanza que su abuela ha podido ver el estado actual y a pesar de no ser muy cinéfila, parece haberle dejado un buen sabor de boca: «Reconocía todos los lugares y los señalaba diciendo: esto es aquí y esto es allá». Ha visto, pues, Campanet a través de los ojos de su nieta quien tuvo primero que verlo a través de los ojos de sus abuelos para poder construir Cementeri d’estiu.