El concurso para cubrir la plaza de dirección de la Fundació Miró está paralizado. | Ruben Perdomo

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El concurso para dirigir la Fundació Miró está paralizado a la espera de la valoración de las alegaciones presentadas por la única persona que llegó a la fase final. Dicho proceso se tendrá que volver a convocar si esas alegaciones no son estimadas. Cort confirmó que después de una incidencia con el registro Gestión Integrada de Servicios de Registro (Geiser), cuyo fallo retrasó el proceso, ya están en posesión de la documentación presentada. Ahora queda que la comisión de selección se pronuncie sobre las alegaciones que presentó el único candidato que cumplía todos los criterios, y al que le concedieron 35 puntos sobre un máximo de 85. Por ese motivo, el jurado trasladó al Ajuntament su dictamen desfavorable: pidieron volver a convocar el concurso de dirección del espacio.

Fuentes próximas a la comisión ejecutiva de la Miró señalan la posibilidad de que se modifiquen las bases para «flexibilizarlas». De los cinco candidatos que se presentaron a la plaza solo uno cumplía con todos los requisitos. «Entre los otros cuatro había otro buen perfil, pero le faltaba algún tipo de documento, incumpliendo las bases. Por ejemplo, la parte de la acreditación del catalán y el inglés fue el único motivo por el que un candidato [el C2 en la resolución que colgó la fundación] quedó fuera del proceso», explican las mismas fuentes, si bien es cierto que la mayor parte de los candidatos fueron descartados por los puntos donde se exigían conocimientos demostrables en arte contemporáneo y en dirección de museos.

La posible modificación de las bases tendrá como objetivo flexibilizar los requisitos para intentar que, si se llega a producir una nueva convocatoria y se desestiman las alegaciones presentadas, puedan concurrir un mayor número de candidatos a la dirección de la fundación.

Exclusiva

Cabe destacar que el perfil que se necesita es complejo, ya que no se trata en exclusiva de un director artístico, como en otros museos o fundaciones. En este caso, se precisa una dirección que incluya también la gerencia. Por tanto, las bases que presentará Cort deberán incluir ese doble perfil; por un lado, experiencia y conocimientos demostrables dentro del mundo del arte, y por otro también deberán valoran la experiencia de gerencia, ya que «el trabajo que realiza el director es doble, no se encarga solo de programar los espacios. Hay una parte de gestión que es sumamente importante para el desarrollo del centro», explican fuentes cercanas a la Miró.

El Ajuntament evita pronunciarse sobre los plazos del proceso. En palabras del regidor del área de Cultura, Javier Bonet, «tenemos la documentación y ahora el jurado se tiene que reunir para valorarla. Cuando esa comisión de selección se reúna, ya convocaremos una comisión ejecutiva extraordinaria para tomar las medidas oportunas». Preguntado sobre si las alegaciones presentadas podían modificar o no el dictamen del jurado, Bonet explica que «no sabemos nada de la documentación presentada ni lo que contiene. No tenemos ninguna información más al respecto y creo que eso está bien». En cuanto a los plazos, el teniente de alcalde de Cultura destaca el compromiso del jurado de actuar con rapidez, pero los tiempos para la nueva dirección de la Miró están en el aire.