Fany Monlo y Házael González, juntos en esta nueva aventura editorial, posaron en Palma. | Pere Bota

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Cuando se piensa en el oficio del escritor se tiende a caer en imágenes atravesadas por el imaginario romántico de estos creadores de mundos. Gente huraña, algo atormentada, a menudo embadurnados en alcohol y con noctambulismo. A ello se suma una dosis de espíritu aventurero y un afán por el peligro que, en ocasiones, va en contra de la autoconservación bajo el leitmotiv de ‘lo que sea por contar una buena historia’. Quizá hay algo de fantasía en esta descripción, pero lo cierto es que lo último, lo de la aventura, es aplicable a Házael González, ya que el autor de las Historias de la Tierra Incontable, ha decidido lanzarse a la piscina de la edición y montar su propio sello que se llamará, cómo no, Ediciones Incontables.

El escritor asturiano, aunque mallorquín de adopción, detalla a Ultima Hora que su objetivo para tomar la decisión no es «competir con nadie, sino hacer las cosas como creo que se deberían hacer». Y es que González asegura estar «harto de que se hagan mal porque lo importante en este negocio son los autores; sin ellos, no hay producto» y es por ello que lanza su propio sello, para poder publicar como es debido sus propias obras, pero también «la de otros autores».

El trato recibido por parte de del mercado hispanoamericano ha sido, en parte, lo que le ha hecho tomar la determinación, pero también el hecho de que, a su juicio, «hoy en día, con muchos más medios que hace décadas, se hacen menos cosas y peor. Creo que se puede hacer mucho más y tenemos los medios para ello», indica González que comenta que todavía queda mucho por hacer y que está todo en construcción. «Estamos empezando y aprendiendo, brotando la semilla, pero con la ventaja de que tengo mucha experiencia en el sector».

No obstante no lo afronta solo, ya que González cuenta con una socia, Fany Monlo, que será directora editorial. Es ella quien recuerda que le conoció «como lectora» y que se encargará de descubrir autores. Por su parte, González confiesa que lo más importante que puede aportar su socia es «ilusión», algo que se «ha perdido en este mundo durante los años» y que, de hecho, «me ha ayudado a seguir cuando he tenido ganas de cerrar el chiringuito».

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Por lo tanto, juntos afrontan esta aventura en la que pretenden «romper la etiqueta de los géneros» porque, aunque González es conocido principalmente por sus obras de fantasía, no se van a encerrar en ese único ámbito de la literatura, sino que los ensayos y otras opciones convivirán con sus formatos físicos y digitales, porque «las dos cosas pueden coexistir».

De hecho, una de las ideas más claras sobre las líneas de publicación, es la colección de literatura de viajes, para la cual ya cuentan con un autor, Albert Herranz, y que se agruparán bajo la colección Biblioteca de viaje Johanna Elisabeth van Heek.

Sin prisa, pero sin pausa, como suele decirse. «Queremos ir poco a poco y hacer las cosas bien», reitera González que no oculta que en los últimos tiempos no se ha sentido tan bien con su papel como autor. Por ello, reflexiona: «Comercial es algo que vende mucho, sin más, y si pasa bienvenido, pero no es el objetivo».

En las próximas semanas, desde la nueva casa Ediciones Incontables, pretenden organizar una fiesta de presentación que no solo sirva como carta de bienvenida y hoja de ruta, sino también como una manera de mantener a la gente informada sobre el futuro –cada vez más presente– de la nueva aventura de Házael González, una que, por una vez, no solo se podrá leer en las hojas de los libros, sino que permitirá también leer las aventuras de otros. Podrá verse más del tema en su página web: www.edicionesincontables.com