La compañía mallorquina Daus ofrecerá un espectáculo sobre profesiones olvidadas. | R.C.

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El Festival d’Arts Escèniques EiMa celebra del 21 de julio al 4 de agosto en Maria de la Salut su octava edición fiel a sus principios: ruralidad, propuestas vanguardistas de danza y movimiento, construcción comunitaria y vocación de transformación social. Como cada año, sus actividades tendrán lugar fundamentalmente fora vila, aunque se utilizará también, dentro del núcleo urbano del municipio, el espacio Ca Ses Monges, sede del centro de creación de danza y artes vivas EiMa, entidad impulsora el certamen y activo foco cultural.

El festival arrancará en Ca Ses Monges el 21 de julio con un conversatorio sobre prácticas de autoría a cargo de la investigadora somática en danza y política, Paula Sacur, y un encuentro entre jóvenes creadores gallegos, vascos, andaluces y mallorquines en el que se plantearán qué implica ser artista emergente en 2023.

A partir de ahí, la zona de Es Pujolet acogerá, los días 21 y 23 de julio y 2 y 4 de agosto un total de once actuaciones centradas en el cuerpo y el movimiento a cargo de artistas y compañías procedentes de Chile, Italia, Catalunya, País Vasco y Mallorca, además de una exposición audiovisual de video-creaciones centradas en los árboles y el bosque. En concreto, el 23 de julio se representarán Vertebrata, de Alejandra Balboa (País Vasco); Está To Impro, de Status Colectivo (Mallorca); Altrego, de Cia D’Ones (Mallorca); Descaminar-se, de Mariona Jaume y Maya Triay (Mallorca), y Urruna, de Tripak Colectiboa (País Vasco). El 2 de agosto será el turno de Her, me, de Cia. Atacama (Italia), y Reminiscencia, de Malicho Vaca (Chile), y el 4 de agosto, de Pelat, de Joan Català (Cataluña); Goosebump, de UnaiUna (Mallorca); Diáspora, de Paula Sacur (Chile), y Oficis oblidats, de Cia. Daus (Mallorca). «Nos interesan contenidos que no sean espectáculos propiamente de consumo, que tengan detrás mensajes y emociones y lenguajes artísticos», incide la coreógrafa y pedagoga Mariantònia Oliver, directora artística del festival, quien asegura que, a lo largo de los años, «se ha ido creando un público que viene a ver los espectáculos sin saber exactamente qué va a ver, muy abierto a escuchar».

Jornada

También en Ca Ses Monges tendrá lugar el 2 de agosto una jornada titulada Pensar y hacer desde la ruralidad, en el que varias mujeres del ámbito de la cultura con especial relación con el mundo rural reflexionarán acerca del papel de las artes escénicas como herramienta de análisis e intervención al proponer relaciones y nuevos marcos de pensamiento y otros lenguajes en el entorno rural, en una isla en la que la ruralidad reclama su centralidad y su papel clave en la reparación de equilibrios. «Este festival se inscribe y toma sentido en un contexto rural, que lo configura y le confiere identidad, singularidad y arraigo. Tiene lugar en un marco donde lo simbólico, lo comunitario y lo experimental actúan como elementos de transmutación», señala en este punto Oliver.

Finalmente, Oliver destaca dos nuevos proyectos que EiMa ha empezado a desarrollar en el marco del festival con los vecinos de Maria de la Salut. «En primer lugar, hemos arrancado un proyecto de lecturas comunitarias a través del cual nos ponemos a leer juntos a la fresca. Por otro lado, el Archivo del Pensamiento es una iniciativa de análisis y reflexión que llevamos a cabo hablando con personas de diferentes edades y circunstancias. Se basa en la idea de que, en una o dos generaciones, la sociedad ha experimentado un gran cambio en cuanto a profesiones, economía, medios de vida, arquitecturas,... Ello nos obliga a plantearnos quiénes somos, y creemos firmemente en la necesidad de hacerlo en comunidad», explica. «Ambos proyectos acaban de arrancar y no tienen fecha de finalización, sino que tienen vocación de mantenerse en el tiempo», añade.