José Sáez y Paula Sánchez son los responsables de Re-Read, ahora con dos tiendas en Palma: 31 de Desembre y La Rambla. | M. À. Cañellas

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Entre tanto consumismo y avidez por acumular obsesivamente todo tipo de productos, también hay quienes, en contraposición, deciden reutilizar y adquirir productos de segunda mano. Es una tendencia que ha cogido fuerza en los últimos años y que también se aplica a la literatura.

Prueba de ello es que Paula Sánchez y José Sáez abrieron en julio de 2017 la primera librería Re-Read de Palma –en Francesc Suau, de donde se marcharon justo antes de la pandemia a 31 de Desembre, en el local actual– y ahora, seis años después, acaban de abrir otra en La Rambla. «La segunda mano se ha dignificado, recuerdo que cuando era pequeño era como si rebuscaras entre la basura», recuerda Sáez.

«El almacén se nos hizo pequeño y nos dimos cuenta de que teníamos tantos títulos que eran más que suficientes para montar una segunda tienda», cuenta esta pareja valenciana. «Nos llegan muchos volúmenes y tenemos que diversificar. Además, para nosotros es importante que el lector pueda hojear cómodamente y, por otra parte, nos apetecía tener otra sede en un barrio diferente, acercarnos al centro. En este caso, es una zona ACIRE de un acceso un tanto difícil y hay muchos peatones, lo cual también vemos como algo positivo», razonan.

De hecho, muchos clientes también venden sus libros –todos al mismo premio, 0,25 euros– y, en algunos casos, tienen tantos que Sánchez y Sáez hacen visitas a domicilio, «si podemos en carreta, que es más cómodo que tener que buscar aparcamiento», cuentan entre risas.

La mayoría de estas ventas se deben a mudanzas, aunque también hay algunas por fallecimiento. «Hay gente muy lectora que acumula un montón de libros y que ha entrado en la dinámica de no acumular más, porque tienen las estanterías a rebosar y sin revisar», comenta.

En cuanto al tipo de clientela, ambos coinciden en que no hay uno concreto, pues «tenemos gente de ambos sexos, de todas las edades y de perfil económico variopinto». La librería también ofrece diversidad de títulos para un gran abanico de intereses. «Lo que menos tenemos es cómic y manga; tampoco llegan muchos libros de ciencia ficción y fantasía, suponemos que es porque son lectores muy coleccionistas que no quieren desprenderse de ellos; los de filosofía igual, los conservan en la mesita de noche a modo de consulta», razonan.

Por el contrario, los de psicología y autoayuda, acumulan el mayor tráfico: «Llegan muchos, pero también es una sección que se vacía rápido». Como era de esperar, la narrativa ocupa la mayoría del espacio, en el que también tienen importancia los cuentos infantiles. «También tenemos textos en inglés y francés y volveremos a intentar traer en alemán, aunque siempre que lo hemos probado no ha funcionado», reconocen.

Respecto a si genera más competencia a las librerías, Sánchez y Sáez aseguran que «los libros nuevos que llegan son mínimos y, como mucho, llevan un año en el mercado». Por ello, no creen que Re-Read perjudique a los otros establecimientos.