Guillem Albà presentará su espectáculo 'Ma solitud', un homenaje a las manos.

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Para este verano recién arrancado, CaixaForum Palma prepara una programación «innovadora y experiencial» en torno a cinco temas: el humor, el movimiento, el ritmo, el circo y la complicidad. Así, todos los jueves del 29 de junio al 27 de julio, a partir de las 20.00 horas, el centro de la Fundació La Caixa se llenará de propuestas culturales para «acercar al público a múltiples disciplinas» a partir de una gran variedad de formatos, que incluyen talleres, conciertos, artes escénicas y acciones participativas.

El estreno de las Noches de Verano de CaixaForum será el 29 de junio con la Noche de Humor, un ciclo que tendrá como protagonistas a artistas irreverentes, monólogos ingeniosos y apariciones improvisadas. Una de las actuaciones más destacadas es la que ofrecerá Bruno Oro, uno de los humoristas más relevantes del panorama actual, conocido por su participación en el icónico programa de TV3 Polònia, o por sus múltiples apariciones en series televisivas. Esa noche también contará con la propuesta de la compañía Impro Barcelona.

Las actividades continuarán el 6 de julio con Noche de circo, «para entender este arte donde confluyen la acción, la libertad, la poesía, el equilibrio, la prosa, la fragilidad, el sueño y la cooperación». Una de las citas será con Guillem Albà y su espectáculo Ma solitud, con el que rinde un homenaje a las manos y a todo aquello que han creado para que no queden olvidadas. Un recorrido íntimo que va de la comedia a la poesía a través de los títeres y la comicidad. Otra de las propuestas consiste en un taller de circo a cargo de la compañía Los Herrerita.

La siguiente será la Noche de complicidad, y se celebrará el 13 de julio. Durante esa velada, el público se encontrará con tándems, diálogos y misceláneas artísticas sorprendentes en espacios donde los creadores dialogarán entre sí a través de su arte, conectando disciplinas que no siempre van de la mano y propiciando encuentros con los asistentes.

Una de las iniciativas que sobresale es Postals presents per a una mare absent, una pieza que que combina el circo, la danza y el teatro para hablar sobre el alzhéimer, a través de la arena como metáfora, el piano y las palabras. Joana Gomila y Laia Vallès actuarán en la cafetería junto a los glosadores Maribel Servera y Mateu Xurí, creando «un archipiélago donde la glosa y la electrónica expanden universos en un baile de palabras y melodías».

Los encuentros continuarán el 20 de julio con la Noche de movimiento, dedicada a la danza. Una de las actividades será Tenemos que hablar, que combina la danza con disciplinas diversas, de la mano de las compañías Vero Cendoya y Mucha Muchacha. «Se trata de un espectáculo que abre un diálogo con la danza y donde una mujer, un hombre y un adolescente componen un interesante retrato de familia», señalan desde CaixaForum.

El jueves 27 de julio, concluirán las Noches de Verano con una velada con mucho ritmo en la que CaixaForum temblará con las percusiones del mundo para «reconectar con la pulsión más ancestral, descubriendo las posibilidades que tiene el propio cuerpo como instrumento de percusión».

Una de las actuaciones más destacadas es la que ofrecerá el trío de percusionistas de Alxarq Percussió. En este espectáculo visual y sonoro, el pulso, el sonido, el ritmo latente y el silencio se entremezclan para canalizar todo el potencial de la percusión. Con la ayuda de diferentes materiales y una enorme paleta cromática y sonora, Carles Salvador, Jesús Fenollosa y David Merseguer trasladarán al público a un universo donde confluyen el minimalismo, el teatro musical, la música africana, las vanguardias del siglo XX y el flamenco.

Por otro lado, la oferta de cada noche contará con los conciertos en formato breve de los artistas seleccionados en la última convocatoria de Microconciertos, una iniciativa que este año ha recibido más de 400 propuestas y que tiene el objetivo de acercar el talento local al público de Palma.

Además, el colectivo Eléctrico 28 ha creado la instalación Fun place, una pieza sonora que se reproduce de manera inesperada en el interior de la sala de la exposición El jardín de Anglada-Camarasa y que invita a los visitantes a contemplarla de una forma muy diferente, inusual, más abierta, corporal, sensible y lúdica.