Miquel Sancho lanzó su disco el pasado viernes. | PRODUCCIONS BLAU

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En una época en la que impera la inmediatez y el consumo rápido, cuesta menos que nunca escuchar las canciones de un artista. Precisamente por la misma razón, los usuarios suelen pasar de canción a canción casi sin inmutarse. El compositor Miquel Sancho tiene muy presente este contexto y, por eso, ha lanzado su primer disco solamente en formato digital, Es meu tema pendent. El artista publicó su primer single No pot ser el pasado mes de octubre y, después, sacó otros tres temas en los siguientes meses. La idea, reconoce, es «enganchar al público poco a poco y crear cierta expectativa». En total, el disco está compuesto por doce sencillos y cuenta con la producción de Jaume Gelabert y con la participación del guitarrista Francesc Negre.

Según Sanxo, «Es meu tema pendent es un álbum creado para romper la monotonía, compuesto por canciones muy distintas entre sí. Está pensado para escucharlo de arriba a abajo y no aburrirte», señala. Por ello, los doce temas abarcan ritmos muy diversos, desde la rumba hasta temas más orquestales.

En este sentido, Sanxo cuenta que el trabajo está dividido en dos etapas: «La primera es más oscura, pues pasé por un período de ansiedad bastante malo donde ir al psicólogo y la música me ayudaron mucho». En esta, se encuentran temas como Sa veu, donde aborda la importancia de ir a terapia. «Quiero reflejar la necesidad de expresarnos», razona, o Perduts entre mil·lenis, una reflexión sobre cómo se ve uno mismo.

La segunda se centra en críticas sociales, con canciones como La Mar, donde juzga la suciedad de las costas de la Isla o No pot ser, que habla sobre la mala situación inmobiliaria de Mallorca: «Vivimos en una isla prostituida», denuncia. Por ahora no hay ningún concierto confirmado, aunque la idea es poder hacer algún bolo durante el verano y presentarlo en septiembre.