Además de música, el Mallorca Live ofrece diferentes propuestas que van desde ir de compras, maquillarse 'in situ' para la gran noche e incluso tatuajes. | M. À. Cañellas

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Cada año parece que el Mallorca Live empieza más pronto. Me explico: la gente va a escuchar música, a los conciertos (que arrancan a las 18.00 horas, por cierto), pero también va a pasear, a relajarse (aunque suene paradójico porque, en estos momentos, todo retumba al ritmo de Rojuu, el adolescente barcelonés que iba para youtuber y que ha saltado a la fama por su participación en La Resistencia, el programa de Broncano.

En el recinto del Antiguo Aquapark de Calvià ahora se puede ir de compras (hay varios puestos de diferentes tiendas de diseño, vintage y de segunda mano), arreglarse in situ con maquillaje conocido ya como festivalero basado en purpurina e incluso hacerse algún tatuaje. Luego, vienen los diferentes photocalls, repartidos por todo el festival. Y es que la música es importante, pero para muchos el Mallorca Live -como tantos otras convocatorias similares-, es también un concepto en sí mismo: pasar una tarde noche entretenida, diferente y única. Esto solamente sucede una vez al año, durante tres días.

Por eso muchos decidieron tomarlo con calma. Llegando con tiempo, para evitar colas interminables, cogiendo el autobús o, simplemente, saliendo antes de casa. Así, si bien en los primeros conciertos con Bilo, Mut, Courting, Sara de Araújo y Llvna a la cabeza todavía había poca gente, la primera jornada iba cogiendo forma hacia las 20.00 horas, con el mencionado artista Rojuu, Xavibo -que compartió escenario momentáneamente con Marc Seguí como invitado de lujo-, Enric Ricone y Judeline.

A las 22.00 horas llegaría uno de los primeros cabezas de cartel, los madrileños Vetusta Morla, asiduos a esta cita; León Benavente y, por fin, los de Brighton, The Kooks, que pisaron el escenario con puntualidad inglesa. A los británicos le siguieron muchos otros nombres, entre los que destacaba el de Bad Gyal, que encandiló a sus fieles y se ganó otros tantos.

Y, mientras bailaban, algunos no podían evitar mirar al cielo, poblado con unas nubes traicioneras que amenazan continuamente con lluvia. Pero de momento el sol aguanta y se agradece que el bochorno del año pasado, cuando el Mallorca Live se celebró en San Juan, a finales de junio, no esté presente en esta edición.

Pero, como se suele decir, la noche es joven, porque esta primera jornada concluirá al amenecer y todavía queda mucho Mallorca Live por delante, con los Black Eyed Peas, Quevedo y los Chemical Brothers como apuestas más que seguras.