Dolores Redondo se ha mostrado este martes en Casa del Libro muy simpática y cercana con sus lectores. | P. Pellicer

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«¡Es ella, ya ha llegado!» ha sido el grito más escuchado este martes por la tarde en Casa del Libro de Palma. Así, después de casi una hora de cola, cerca de un centenar de lectores -especialmente lectoras- se encontraron con Dolores Redondo, que ha aparecido como si de una estrella de rock se tratara. Y no es para menos, pues la autora de la célebre Trilogía del Baztán y que ha conquistado a más de cuatro millones de lectores inaugura con su nueva novela, Esperando al diluvio(Destino, 2022), un ciclo narrativo independiente con Bilbao como telón de fondo. En este caso, la historia está protagonizada por el policía Noah Scott Sherrington, que sigue la pista del asesino en serie John Biblia.

Redondo se ha presentado muy puntual a la cita con sus seguidores, a las 19.30 horas, a pesar de venir directa del aeropuerto. Y es que la de esta tarde ha sido la primera visita -al menos literaria- a la Isla. «Tengo a muchos libros huérfanos de lectores», ha dicho la primera de la larga cola refiriéndose a que era inaudito que una autora de su talla no hubiera firmado o presentado novela en Mallorca. Mientras, la segunda de la fila, que traía consigo tres libros, lamentaba que «hay que hacer más presentaciones».

La autora, lejos de mostrarse cansada por el viaje o por ver lo que le esperaba, ha asegurado que vive el contacto con sus lectores de forma «muy satisfactoria». «Cada uno me dará su afecto, pues cada uno lo vive desde una circunstancia personal», destacó.

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Asimismo, ha afirmado que «tenía muchas ganas de veros, tenéis muchos clubes de lectura muy activos que me escriben desde que publiqué El guardián invisible [Destino, 2013] y que me invitan a venir, pero es que cuesta mucho encontrar el momento y cuadrar agendas. Fíjate que publiqué esta novela en noviembre y hasta ahora, en mayo, no he podido venir».

«Este cansancio se te va con una ducha y durmiendo ocho horas. De esto nadie se cansa. Estoy muy agradecida», ha insistido. Precisamente la primera de la fila le agradecía, delante de las cámaras de televisión y visiblemente emocionada, que escribiera. Mientras, Redondo sonreía y escuchaba atentamente.

De hecho, cuando llevaba un rato firmando, la escritora ha salido de su pequeño puesto -una suerte de altar, pues desde Casa del Libro han manifestado que Redondo había pedido estar de pie- para preguntar cuántos de los allí presentes habían estado en el pueblo de Elizondo, uno de los pueblos que forman parte del ya famoso Valle del Baztán. Muchos han levantado la mano, emocionados de haber llevado a cabo la célebre ruta.

¿Cuánto tiempo estará firmando Dolores Redondo?, se han preguntado algunos. A lo que una de las dependientas de Casa del Libro ha respondido: «Cerramos a las 21.00 horas, pero no nos importa quedarnos un poco más». La fila parecía que se iba alargando y el acto ha concluido, efectivamente, pasada esta hora. Este miércoles, seguro, repetirá éxito en el Museu Fundación Juan March, donde conversará con el periodista Sergio Vila-San Juán, dentro del ciclo Conversaciones en el Museu.