El cantautor José González.

TW
0

Cierre los ojos e imagínese en las vastas extensiones de Alaska. Allá donde puede contemplarse la magnitud de la aurora boreal mientras el sol brilla con intensidad. Esa conjunción de frialdad y belleza es el contrapunto melancólico que se cierne sobre las canciones de José González, un artista que habla como toca, manteniendo el tono con precisión hipnótica. Y en perfecto español, ya que pese a haber nacido en Suecia es hijo de argentinos exiliados durante la dictadura militar. Lanzó su primer álbum, Veneer, en 2003, en 2007 publicó In our nature, al que siguió Vestiges & Claws (2015). El cuarto y último, Local Valley, lo presenta el 12 de abril en Trui Teatre de Palma, a las 21.00 horas.

José González explora el concepto de menos es más y lo hace con pausados arpegios de guitarra, susurros y ritmos acolchados, y mucho otoño, mucha contemplación, pero sin caer en la tentación de usar la tristeza como bandera. También tiene un grupo, Junip, con quien se permite un sonido un poco más vestido, pero aún cercano al silencio. En su infancia, el sueco escuchaba música folk y pop latinoamericano, y en su juventud tocó el bajo y la guitarra en varios conjuntos de rock y hardcore punk. A pesar de su marcado minimalismo, esa amplitud de miras confiere a su obra un gran angular. El neo folk sería una buena etiqueta para definir su música orgánica, influida por el folklore argentino y la tracción electrónica de Massive Attack.

Los dos primeros discos de José González sirvieron para demostrar al mundo que Suecia es mucho más que pop, que no solo hay Abba’s y Roxette’s en el país nórdico. De hecho, tras sorprender primero al público local, Veneer conquistó el paladar continental y, posteriormente, las ‘americas’. Su siguiente álbum, ‘In Our Nature’, confirmó que estábamos en presencia de un guitarrista exquisito, un compositor sensible y un cantante en sintonía con lo que sugieren sus temas. Canciones que han pincelado con armonía y buen gusto los fotogramas de películas como La vida secreta de Walter Mitty, series como Breaking Bad y un puñado de spots publicitarios.

Natural

Por su parte, Local Valley es una continuación natural de los estilos que ha ido maridando a lo largo de los años. Canciones cortas, melódicas y rítmicas, quizá más alegre que el resto de trabajos, pero no menos personal.