La banda catalana Dorian, en una imagen promocional.

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El Parc de la Mar acoge este sábado a partir de las 22.00 a Dorian. El quinteto de dream pop barcelonés parte con la etiqueta de cabeza de cartel del Palma On Season Fest, un evento de carácter gratuito que se extenderá todo el fin de semana desplegando una propuesta transversal, que pretende seducir a todo tipo de públicos. Pop, rock, indie, sonidos urbanos y de baile sonarán en el corazón de Ciutat de la mano de este evento encabezado por Dorian, que llega con Ritual (2022), un álbum despojado de prejuicios en el que dan un portazo al pasado y airean sus estancias creativas con nuevos ritmos y recursos en consonancia con nuestros tiempos… beats latinos, trap y sonidos caribeños se conjugan con su habitual línea technopop en su intrépida ruptura de fronteras.

Dorian regresa a Mallorca cargado con una maleta de sueños rotos y desasosiego crónico, pero esta vez a lomos de un álbum que amplia su paleta de estilos y que, sin abandonar las atmósferas cabizbajas del synth pop, incorporaba una sección rítmica más contundente, capaz de facturar una nueva generación de himnos, en las que la banda de Marc Gili sigue sacando petróleo a las melodías, alimentando la grandeza del pop y ahogando cualquier duda sobre su calidad.

Pero, que no teman los puristas de su sonido original, poseen suficientes ases en la manga como para no defraudar a nadie en directo. Temas como El temblor, Cualquier otra parte, Verte amanecer o Soda Stereo, que muestran la extraña habilidad del grupo para sonar radiantes, por muy oscuros que sean sus argumentos. Un toque muy The Cure, con quienes comparten devoción por el color negro, tanto en su habitual indumentaria como en los motivos de sus canciones: Sueños rotos, caminos sin retorno, desasosiego crónico y, recubriéndolo todo, un fino nihilismo. Aunque el nihilismo que suministran persigue un único fin, exorcizar nuestros demonios en la pista de baile.

Con su primer trabajo, 10.000 Metrópolis (2004), Dorian entró en la partida como el Madrid de Mourinho, haciendo ruido y medio de farol. Sus canciones recordaban a otros grupos porque nacían de ecos lejanos. Estaba claro que no habían inventado nada, pero lograron sobreponerse al inopinado éxito comercial de su debut con un puñado de discos que han sorprendido a propios y extraños, en los que evidencian una constante renovación y una variedad de recursos que ha transformado su obra en un órdago cada vez más alejado de la matriz. Canciones que no aflojan en directo, creando un show fluido, flexible, enérgico y bien ejecutado, oficiado por un maestro de ceremonias con alma de showman.