El cineasta Nick Igea, en el CEF de Palma rodando su primer largometraje. Foto: M. À. Cañellas | M. À. Cañellas

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El mallorquín Nick Igea es el artífice de Un paseo por el Borne, una cinta que es el resultado de un proceso largo de financiación y, sobre todo, de un extenso ímpetu creativo que se ha alargado más de 20 años. El cineasta firma el guion de esta cinta junto al prestigioso Elio Quiroga y cuenta con los actores Rodolfo Sancho, Natalia Verbeke y Ruth Gabriel para contar un «viaje desde la oscuridad hasta la luz».

Igea destaca que lleva «más de 20 años escribiendo y tratando de levantar una película» y reconoce que «esta ha salido adelante gracias al apoyo local». Así pues, las instituciones que han contribuido a hacer realidad este rodaje son la Mallorca Film Commission, el Ajuntament de Palma, el Institut d’Estudis Baleàrics, la Fundació Mallorca Turisme, IB3 y el Consell de Mallorca, entre otros.
A su vez, Filmax es quien se encarga de la distribución, haciendo que a pesar de ser «una peli independiente y pequeña», tengan el apoyo de «un gigante que es lo que nos ha hecho estar aquí». Cabe destacar, eso sí, que el camino ha sido desde lo local y pequeño a lo general y grande, como la historia misma que quiere narrar: «Es local con vocación universal» e incluye un «componente social».

El Passeig d’Es Born, como es obvio, juega un papel fundamental en la trama. «Es un lugar muy especial para el personaje protagonista (Rodolfo Sancho), un sitio donde se siente cómodo y es donde va cuando necesita respirar», algo que encaja con la propia biografía del cineasta. «Tiene una magia especial porque es el lugar donde se conocieron mis abuelos, por ejemplo».

A diferencia de otras historias grabadas en la Isla, según explica Igea Un paseo por el Borne narra la trama de «personas que viven aquí», como una mujer trabajadora o un profesor de cine. «La peli transcurre en Mallorca y se ve Mallorca. Gente en la calle, barrios humildes, etcétera». No se trata de «algo que le pasa a alguien que está de pasada o accidentalmente, como un turista, ni hay cosas idílicas». Es «la realidad de Palma» canalizada a través de una historia «de superación personal».
La inspiración, por otra parte, nació de un «querer preguntarme qué pasaría si no logro cumplir mi sueño de rodar un largometraje», por lo que el origen autobiográfico está presente, pero de manera remota. «De esa premisa surge esta cinta de superación», describe Igea que pone como referencia cintas del estilo como En busca de la felicidad o Rocky.

En cuanto al reparto, Igea habla de lo «maravilloso» que es. Además de los actores más conocidos, también hay una mezcla de «talento local» representado en artistas como Lluís Oliver, ya que «la historia transcurre en la Isla». En cualquier caso, «es un lujo poder contar con tanto talento y reconocimiento».