La cantante Julia Medina, en una imagen promocional.

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Sa Cova de s’Embat medirá las nuevas canciones de la gaditana Julia Medina, que recala en la Isla inmersa en su Epicentro On tour, una gira donde esta artista surgida de la telerealidad se exorciza para regurgitar un puñado de temas inspirados en «los amores correspondidos y el desamor». La coqueta sala de la Platja de Palma la acoge este viernes a las 21.00. Cuatro años después de causar sensación en el formato televisivo, Julia Medina sigue con los pies anclados al suelo. Ni la exposición mediática que comporta ser un rostro conocido, ni las buenas críticas recibidas, ni el fervor de los fans, en crecimiento exponencial, han conseguido que la espigada andaluza los despegue del suelo. Epicentro es su segundo largo de estudio, un álbum que «nace en el confinamiento tras meses de introspección».

Se refiere a ese periodo como el más vulnerable que le ha tocado vivir, de ahí la necesidad de buscar una inercia positiva. En ese sentido, explica que un amigo «me dijo que si quería cambiar lo que había a mi alrededor, yo debía ser el epicentro del cambio». Esa frase la hizo reflexionar y «motivarme para seguir haciendo música, de ahí el nombre del álbum». Epicentro contiene diez historias de amor y de superación con una enorme carga autobiográfica. «Es como un diario, cada canción va acompañada de una historia que ha quedado grabada para siempre», agrega. El amor, siempre el amor, hincha las velas del repertorio de nuestra protagonista, que se confiesa «una romántica». Sus canciones bordean el tema con ternura pero sin inclinarse por lo naïf, aunque también acaricia otro tipo de amor, «el amor propio, que es el que de verdad mueve montañas», sentencia.

La culminación de este trabajo le ha servido para superar miedos, inseguridades y complejos, y es que a nadie escapan las propiedades terapéuticas de la música. Le preguntamos cómo afronta el temido síndrome del ‘folio en blanco’, ese momento que agarrota la creatividad de muchos compañeros cuando se sientan a plasmar sus ideas en canciones. Reconoce que vive el proceso con sensaciones encontradas: «Hay veces que es doloroso, otras es conciliador, reparador y calmante». Esta noche y más allá de pasear su voz templada y segura a lo largo de su repertorio más reciente, la artista recuperará los temas más significativos de su obra, unidos por el denominador común de una pulcra producción, y tocados ligeramente por sus mentores espirituales, «cantautores nacionales como Carmen Boza, Vanesa Martín, Marta Soto, Ainoa Buitrago, y artistas pop americanas como Demi Lovato o Miley Cyrus».