El director Lluís Prieto firma ‘Mòpies’, una serie de fantasía que fue idea original suya. | M. À. Cañellas

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El verano ha acabado oficialmente, pero todavía es posible una última aventura estival. Para ello hay que sintonizar IB3, a partir de las 21.40 horas, y disfrutar del estreno de Mòpies, coproducción entre el ente balear, TV3 y À Punt. Dirigida por Lluís Prieto, autor de la idea original de Mòpies, una serie fantástica ambientada en un campamento de verano que tiene lugar en el Santuari de Lluc. Allí, lo que parece una plácida estancia, se verá truncada por «cosas extrañas» que comenzarán a ocurrirles a los protagonistas, liderados por Alba Brunet, Valèria Sorolla y el maravilloso trío infantil formado por Jaume Andreu, Eduard Vergara y Lila Sina.

Así pues, Mòpies se nutre hasta cierto punto de todo el ambiente mágico de la Serra, un entorno «repleto de leyendas, historias, cuentos y rumores» que configuran un «lugar inusual, especial, donde pasan cosas». De hecho, cuenta a modo de anécdota que durante el rodaje los drones «se volvían locos». Él lo achaca a «algo mineral o geológico, pero fallar, fallaron», relata divertido. Asimismo, todas estas historias de la Serra, como la Bella Dona, las apariciones de la Verge de Lluc, los avistamientos y muchas otras situaciones, «forman parte de Mòpies, pero de manera natural. Son elementos que existen en este universo, pero sin profundizar en ellos demasiado». Por lo que su función es la de contextualizar, pero con «nuestra cultura, porque no sirve de nada imitar lo de fuera». El resultado es que la Serra es un personaje más, con todo lo que esconde y que durante siglos ha atraído a tanta gente.

Por todo ello, Mòpies recrea un espacio, el de la Serra y el de Lluc específicamente, repleto de magia y fantasía con una gran presencia de un entorno que es «espectacular en sí mismo y que mucha gente de Mallorca desconoce, porque su inmensidad se encuentra, sobre todo, fuera del circuito de carreteras y de los puntos turísticos». No obstante, si todo esto es el contexto situacional e histórico, el alma de la serie son sus personajes.

Cartel promocional de la serie de IB3.

Para empezar, la mallorquina Alba Brunet, que interpreta a Judith, una de las monitoras, que es «alguien que quiere creer, sin prejuicios»; y junto a ella, Valèria Sorolla, que hace de Bel, una adolescente que pasa el verano junto a su hermano en el campamento. La actriz, por cierto, ha presentado estos días en el Festival de cine San Sebastián la película La consagración de la primavera, que protagoniza.

A ellas dos se suman los niños antes mencionados, que son «la piedra angular de la serie». Comenta Prieto que «siempre te advierten de que trabajar con niños es peligroso, pero cualquier cosa que es salir de la zona de confort implica un riesgo extra, pero también un beneficio extra» y en el caso de esta ficción, «no cambiaría por nada del mundo haber trabajado con ellos», proclama contundentemente el director.

Nuevos caminos

Además de lo mencionado, para Prieto esta serie también ha supuesto un salto en cuanto a «que ha servido para abrir caminos» debido a que es la primera coproducción entre IB3, TV3 y À Punt, por lo que «es un cambio en la forma de trabajar», que no ha sido nada sencillo, pero «lo hemos sacado» y «allana el camino para otras producciones». Por último, Prieto se muestra muy contento y satisfecho con el resultado y no descarta explorar este universo con futuras temporadas, aunque «eso depende de la respuesta del público», y concluye señalando que «el ser humano necesita entender, no puede vivir aceptando lo que hay, y Mòpies creo que alimenta la imaginación, el pensamiento crítico, el espíritu de búsqueda», remata.