La escritora puertorriqueña Marta Aponte Alsina. | RAQUEL ABEND

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¿Puede una muerte ser feliz? Para Marta Aponte Alsina, considerada la gran maestra contemporánea de la narrativa puertorriqueña, sí, aunque «ese es un misterio indescifrable para quienes estamos del lado de acá del umbral». Esa hipótesis es la que aparece en el título de su nueva novela, La muerte feliz de William Carlos Williams (Candaya), que presentará esta tarde, a las 19.30 horas, en La Biblioteca de Babel (Palma). En el contexto del libro, puntualiza la autora, «se refiere a las palabras de William Carlos, a quién el cadáver de la viejita [su madre, la artista Raquel Helena Hoheb] se le parecía a una princesa egipcia. Elegante y majestuosa hasta en la muerte».

En La muerte feliz de William Carlos Williams, Alsina ofrece un recorrido por la vida de Raquel Helena Hoheb, la madre del célebre poeta, desde su vida en Puerto Rico hasta su vejez en Rutherford, Nueva Jersey. Según cuenta Aponte, «se trata de una pintora caribeña de rigurosa formación académica a la que se conoce por Yes Mrs Williams, el libro de apuntes y citas que escribió el hijo». Todas esas «voces» son las que han servido de «pista» a la escritora para armar esta novela.

«Ambos fueron figuras importantes del proceso cultural del este de Estados Unidos. La madre como puertorriqueña de amplias relaciones caribeñas y Williams como poeta y teórico sin más formación académica que sus estudios de Medicina», compara. Asimismo, sobre qué tiene en común con estos dos grandes nombres, Alsina afirma que, «salvando las distancias históricas, creo que en el caso de la madre la experiencia histórica caribeña y, en el caso de William Carlos, el amor al arte y la sensibilidad». De ellos le atrajo el propósito de «rendir homenaje a una campesina humilde que de otro modo no hubiera quedado ni siquiera en las memorias familiares. La imagino como una mujer de sensibilidad constante a pesar de las limitaciones y penurias de su mundo».

Portada del libro.

Cabe destacar también que en el libro aborda otros temas, como los cuidados o la identidad e incluso critica la «casi nula» difusión de la obra de William Carlos Williams. «Quizás por su profesión de médico de pueblo tuvo que trabajar más que otros poetas contemporáneos suyos. Pero sin duda forma parte del canon de la poesía estadounidense y, aunque algo tardíamente para un poeta que tradujo latinoamericanos y españoles al castellano, creo que el interés en su obra va en aumento aquí», reconoce Aponte, quien tiene antepasados mallorquines por parte materna, ya que su bisabuelo era un mallorquín que emigró a Puerto Rico en el XIX.