Una imagen de la anterior edición de laFira del Llibre de Palma, en 2021. | Jaume Morey

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Este viernes arranca la 40 edición de la Fira del Llibre de Palma, en el Passeig del Born, y, por primera vez, tendrá dos pregoneras: Caterina Valriu y Laura Gost. En ese orden. A las 17.00 horas, Catalina Contacontes, el entrañable alter ego de la escritora y filóloga,    ofrecerá un pregonet para el público infantil y, a las 18.00, dará comienzo el de Laura Gost, más enfocado al público adulto. Tanto Valriu como Gost quieren evitar desvelar demasiados detalles de sus pregones para no estropear la sorpresa, pero, curiosamente, sus enfoques tienen puntos en común. La primera, que acaba de publicar Les llegendes que l’Arxiduc no va publicar, ganadora del Premi Mallorca d’Assaig, desvela que el pregonet será «un cuento protagonizado por un personaje femenino de nuestra tradición popular».Asimismo, será «un elogio a la lectura y una manera animar a los más pequeños a que lean. El objetivo es valorar la lectura como una manera de aprender cosas, entretenerte, formarte».

Por su parte, la autora de El món es torna senzill opina que es «muy acertado que se ponga el foco en la población infantil con un pregonet pensado para niños y niñas. Al fin y al cabo, el fomento de la lectura empieza a esas edades, así que darles importancia como colectivo es fundamental para que se sientan parte de la celebración de la lectura que se persigue en la Fira del Llibre. Por otro lado, que la encargada de hacerlo sea Caterina Valriu tiene todo el sentido, pues podrá aportar la sensibilidad, la trayectoria, la experiencia y la conexión con los más pequeños para que el pregonet sea sin duda será memorable». Sobre su pregón, Gost avanza que «se estructurará casi como una fábula en la que un libro es el protagonista». «He querido aprovechar la efeméride de los cuarenta años de Fira para hacer un repaso a las muchas vidas que el libro puede tener en ese lapso de tiempo, poniendo además el énfasis en acontecimientos más recientes y dolorosos, como la pandemia o la guerra en Ucrania, y en el papel de los libros también en épocas duras, oscuras o desafiantes», adelanta.

PALMA. ESCRITORES. LAURA GOST, ESCRITORA.
La escritora Laura Gost. Foto:ISAAC BUJ

Respecto al panorama actual de la literatura y del hábito de la lectura, Valriu considera que «ahora se lee igual o más, pero también de otras maneras y no solo por las pantallas o los ebooks. Tengo una hija que está obsesionada    con los audiolibros». «Creo que deberíamos empezar a abrir el concepto de lectura, por ejemplo, ampliándola a la imagen, para entrar en el mundo del cómic o del álbum ilustrado. Que un libro no tenga texto no quiere decir que no ofrezca una lectura de lo más rica. Emigrantes, de Shaun Tan, por ejemplo, es una gozada», asegura. En esta línea, Valriu se muestra preocupada porque «parece que la lectura está volviendo a ser una actividad de mujeres y eso merece una reflexión». «Es algo que se evidencia en los clubs de lectura, que, por cierto, funcionan muy bien. La mayoría de participantes son mujeres, especialmente si se trata de una obra narrativa. Y lo mismo sucede en las presentaciones.No querría que se identificara la lectura como algo limitado a las mujeres», insiste.

PALMA. LITERATURA. Caterina Valriu presenta esta tarde en Quars ‘Les rondalles que l’Arxiduc no va publicar’
Caterina Valriu, en una imagen reciente.  Foto: R.C.

Gost coincide en que «a veces pensamos que solo son lectores válidos quienes consumen géneros convencionales. Esta perspectiva queda obsoleta en un mundo tan gobernado por las nuevas tecnologías, gracias a las cuales es posible que muchos niños y niñas accedan a contenidos escritos interesantes pero no organizados según los cánones clásicos». Con todo, sí que confiesa que, en los lectores más jóvenes, «aprecio cierta tendencia a la dispersión y a la impaciencia, lo que se traduce en más dificultades a la hora de concentrarse durante horas en una lectura tradicional. Sin embargo, esta dificultad en una única tarea tan solitaria no es exclusiva de los más pequeños, sino que se trata de una consecuencia de nuestra época que creo que cada vez está también más extendida entre la población adulta». Ambas autoras también celebran que se lleven a cabo citas como la Fira del Llibre para fomentar la lectura. «Todo lo que sea hablar de libros y sacarlos a la calle, de hacerlos partícipes en la vida cotidiana, creo que es positivo. No solo para los que no tienen la costumbre de ir a las librerías, sino para los que también van. El carácter festivo es muy valioso», subraya.

Para Gost, eventos como la Fira «son una celebración genuina, alegre, honesta y desprejuiciada de la literatura, y estos atributos la convierten en una cita atractiva, acogedora y estimulante tanto para los lectores veteranos, los primerizos e incluso para los indecisos». «El hecho de sacar la literatura a la calle con naturalidad y sin elitismos ayuda a que si alguien sigue teniendo un prejuicio a la hora de ir a la librería pueda desmontar cualquier apriorismo o estereotipo y pueda acercarse sin recelos a los libros, preguntando incluso al librero o librera qué le recomendaría en función de sus preferencias y perfil», concluye.