Damià Huguet y Maria del Mar Bonet tuvieron una amistad muy especial. | ARXIU FUNDACIÓ MALLORCA LITERÀRIA

TW
9

«Cuando de pequeños, en verano, íbamos a Cala d’Or o por esa zona, siempre teníamos que pararnos en Campos porque mi padre quería visitar a su tío. Mientras, nosotros, mi hermano y yo [el también artista Joan Ramon], mientras jugábamos con Damià, que era más o menos de nuestra edad», recuerda Maria del Mar Bonet sobre cómo conoció a Damià Huguet, quien se convertiría en un gran amigo de la cantante. Fue una amistad especial que duró hasta la prematura muerte del poeta, el 19 de julio de 1996 con 50 años recién cumplidos.

Para celebrar ese amor fraternal, Bonet le dedicará un concierto el sábado 21 de mayo, a las 21.00 horas, en el jardín del oratorio de Sant Blai del pueblo natal del autor. El evento, cuyas entradas ya están agotadas, también será el broche final a la conmemoración del Any Damià Huguet. El acto está organizado por la Obra Cultural de Campos, con la colaboración de la Fundació Mallorca Literària. «En nuestra juventud siempre nos fuimos viendo, a pesar de que vivíamos en Palma y él en Campos. Nos encontrábamos sobre todo en verano. Después, cuando empecé a cantar, compartíamos los gustos. Los dos escuchábamos canciones francesas, de Brassens, por ejemplo. Mi padre nos traía discos y él venía a menudo a Ciutat para charlar un rato», cuenta.

Amistad

Después, cuando Bonet se fue a Barcelona, la amistad, lejos de romperse, se consolidó. «Mantuvimos una buena correspondencia. Siempre nos escribíamos con las novedades de cada uno, él sobre su escritura y yo acerca de mis proyectos musicales. También comentábamos mis discos y canciones. Incluso le pedía ayuda», relata. «Cuando estaba trabajando en el álbum Jardí tancat me ayudó a encontrar y elegir poetas y poemas. En eso fue un gran maestro para mí. Gracias a él estudié y conocí a fondo toda nuestra poesía, la de la Renaixença: Miquel Costa i Llobera, Joan Alcover, Maria Antònia Salvà, Miquel Ferrà i Juan. Todo esto lo empecé a estudiar a fondo porque quería hacer discos y canciones de esta poesía y Damià me ayudó mucho en este aspecto», sostiene.

Maria del Mar Bonet, en una imagen reciente. Foto: PERE BOTA

«Cuando recibía una carta suya, muy reconocible por el sobre con su espectacular letra, era como un punto y aparte. Recuerdo además que, cuando llegaba una, no la abría enseguida, sino que la ponía encima de la mesa un ratito y después, cuando llegaba le momento de abrirla, por la noche o en el jardín, era un instante de gozo. Aunque solamente escribiera dos rayitas, siempre era magnífico y precioso. Tenía unos pensamientos muy bonitos. Era una amistad entrañable, muy especial», insiste.

Vacío

«En el momento en que empezó a estar enfermo y nos dimos cuenta de que no tenía remedio fue un drama para mí. En la vida hay pocos amigos y por eso hay que conservarlos. Cuando se va una persona a la que quieres tanto te deja un vacío grandioso», confiesa emocionada. En cuanto a su figura y obra, Bonet señala que «todo lo que ha escrito me gusta muchísimo». «Admiraba su particular amor a la tierra, pues la amaba de una manera exigente como lo era también consigo mismo. Y ese afecto por la música y la poesía, sobre todo la Mediterránea y, por supuesto, la nuestra. También ayudó mucho a los poetas jóvenes», recalca. Además, apunta que «era muy buen fotógrafo». «Me hizo una película muy bonita, a la que le tengo mucho cariño, de mi vida como cantante», narra. Se trata del documental Gavines i dragons, cuyo guion firmó Huguet y que se emitió en TVE Balears en 1987. El filme se puede ver en Youtube y en la página web de Bonet (mariadelmarbonet.com).

Concierto

Sobre el concierto del 21, la cantautora, que estará acompañada por Borja Penalba, valora muy positivamente que se realice en Campos. Respecto al repertorio, la dama de la Nova Cançó detalla que «serán canciones que le gustaría haber escuchado. Y sé perfectamente cuáles son porque siempre comentábamos mis canciones. Me explicaba cómo las recibía él, qué era lo que más le gustaba de cada uno». «Será como si en realidad estuviera ahí sentado con nosotros, entre el público», asegura. En cualquier caso, prefiere no desvelar los títulos de los temas que conformarán el programa, pues «forma parte de la intimidad del recital». Lo que es seguro, afirma, es que «todo lo que cantaré le gustará, esté donde esté».