Uno de los muros del claustro fue el improvisado lienzo para ‘The living tableau’. | Jaume Morey

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El patio de La Misericòrdia de Palma se convirtió en la pasada noche, bajo una incesante lluvia, en lo más parecido a una obra de arte. El motivo fue la proyección de The living tableau, de Armondo Acosta, que recrea en sus escasos minutos de duración una versión real y muy fidedigna de La última cena, el archiconocido cuadro de Leonardo DaVinci, en un acto promovido desde la CAEB y Restauración de Mallorca.

Apesar del tiempo, que no acompañó en ningún momento, la gente sí se animó y alrededor de un centenar de personas, ataviados con velas led, se congregó en LaMisericòrdia para asistir al estreno en España de la primera adaptación cinematográfica de La última cena. Justo antes de iniciar la proyección, CarmenPlanas, presidenta de la CAEB, dio las gracias a los valientes que se lanzaron al centro del patio dejando el resguardo de las arcadas justo en el momento que más llovía para poder ver la cinta que cuenta con la fotografía de Vittorio Storaro, la producción de Dante Ferrari y la decoración de Francesca Lo Schiavo.

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La gente se congregó bajo los paraguas para una velada llena de arte.

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Alfonso Robledo, Lorenza Méndez, Armondo Acosta, Carmen Planas y Corinna Courtright, ayer minutos antes de la proyección.

El propio Acosta, que estuvo presente en la cita, destacó a Ultima Hora que «no fue una decisión hacer la película», sino que fue «casi como un mandato divino» que le sobrevino mientras dormía y estaba en un «estado de consciencia».

La película, de escasos nueve minutos, es una recreación exacta del conocido cuadro de Da Vinci con fotografía de Vittorio Sotraro y decoración de Francesca Lo Schiavo.

Fue a raíz de esta experiencia que indagó sobre la posibilidad de recrear fílmicamente La última cena y se sorprendió «de que nunca nadie antes la hubiera hecho», por lo que empezó a planear «cómo hacerlo» y «cómo hacerlo a mi manera», detalló. Así pues, el director americano, que tiene origen español y ya visitó Mallorca hace varias décadas, quiso «llevar el espléndido arte de Da Vinci a la realidad del siglo XXI», en relación al lenguaje audiovisual, y el resultado es «que hemos logrado recrear cada pulgada del cuadro y convertirlo en esta película».