Imagen de la llegada. | miquel a. canellas

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Después de celebrarse el año pasado a puerta cerrada debido a las restricciones sanitarias por la COVID-19, el tradicional concierto solidario que Projecte Home celebra en la Seu regresó ayer y lo hizo por todo lo alto: con el templo palmesano abarrotado y con la reina Sofía. La reina emérita, acompañada por su hermana, Irene de Grecia, llegó pocos minutos antes de empezar el evento.

Fueron recibidas por Aina Calvo, delegada del Gobierno; el alcalde de Palma, José Hila; el comandante general Fernando Luis Gracia Herreiz, y los presidentes de Projecte Home Jesús Mullor (presidente ejecutivo) y Tomeu Català. El concierto de este año llevaba por título Un cant a l’esperança y corrió a cargo de la Orquestra Simfònica y la Coral Universitat, ambas formaciones dirigidas en esta ocasión por Joan Company. La soprano Marta Bauzà y el barítono Isaac Galán actuaron como intérpretes solistas.

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El primer discurso lo pronunció José Yáñez, presidente de Rotary Club Palma Catedral, entidad que participa en la organización del evento. Después, Català se dirigió al público para detallar el programa y el propósito de la velada. Y es que este año el repertorio no estaba centrado en los réquiems como en las anteriores diez ediciones, sino por tres cantatas: Cantique de Jean Racine op.11, de Fauré; Càntic espiritual, del mallorquín Baltasar Samper, y Mirror of perfection, de Richard Blackford, presente en el evento. Sobre esta última pieza, Tomeu Català apuntó que «es una cantata de siete movimientos, uno de ellos basado en el cántico a las criaturas de Sant Francisco de Asís. Es curioso que el último movimiento sea un cántico a la paz».

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En este punto, Català insistió en que los asistentes no aplaudieran en todo el recital y pronunció un discurso a favor de la esperanza. «Me pregunto si es posible hoy hacer un canto a la esperanza cuando, tanto a nivel personal como de sociedad y de mundo tenemos tantos para no hacerlo. Pero precisamente por ello tenemos más motivos para vivir, por la esperanza y desde ella. Nuestra presencia es un signo de solidaridad para hacer realidad la utopía de Projecte Home: que cualquier persona, sea cual sea su historia y su presente, pueda recuperarse, rehabilitarse y rehacerse», apostilló.