La soprano Helenita Olivares, viuda de Aligi Sassu, en una imagen de archivo.

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«Una señora de Albisola [ciudad italiana en la provincia de Sabona] me invitó a su casa, en esa época había muchos artistas que trabajaban allí la cerámica. Una tarde comencé a tocar la guitarra y a cantar. Él tenía una pequeña grabadora, quería quedarse con mi voz. A los pocos días me dijeron: ‘Has conquistado a uno de los creadores más importantes del siglo XX».

Así fue como la soprano colombiana Helenita Olivares y el artista Aligi Sassu se conocieron, y así lo cuenta la viuda del maestro en una entrevista publicada esta semana por el rotativo italiano La Repubblica. En este artículo, Olivares habla con la periodista Brunella Giovara sobre «amor y arte» desde la casa-museo natal en Milán de Sassu.

Vestida con un traje rosa y un pañuelo de seda naranja, su amuleto «de la buena suerte», Helenita Olivares hace un repaso por su vida y su trayectoria artística, y por supuesto, de su matrimonio con Aligi Sassu, con el que compartió momentos inolvidables en Mallorca. Lo hace desde la casa-museo del artista en la barriada de Brera, cerca de la pinacoteca y la academia donde se formó un joven Aligi. En este momento, Olivares cuenta que continúan trabajando en la catalogación de las obras de su esposo, fallecido en el año 2000, y no deja de descubrir «más y más obras». La soprano recuerda a Sassu como «una persona muy culta, leía muchísimo sobre arte, ciencia y filosofía». Pero para ella, sobre todo, fue «un hombre puro».

Sin dar una fecha concreta, Helenita Olivares comenta también que pronto cumplirá 100 años y su deseo es celebrarlo «con mi sobrina en Nueva York». Además, adelanta que está preparando su autobiografía.