Avance de las obras de la futura sede de la Simfònica: la Caja de Música. | Pere Bota

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En la barriada palmesana de Nou Llevant ya se avista un nuevo ‘residente’, la futura sede de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears: la Caja de Música. La ejecución de las obras avanza «a muy buen ritmo» y desde las instituciones que están detrás del proyecto prevén una fecha de finalización: principios de verano de 2023. Así lo cuenta a este diario el director titular de la formación, Pablo Mielgo, quien asegura que este nuevo equipamiento representará «un cambio en el modelo cultural de la ciudad».

Los técnicos y operarios que se encuentran en la construcción de la Caja de Música trabajan ya en la segunda planta de los edificios laterales ya que «la estructura central del edificio ya está lista», sostiene Mielgo, quien visitó hace unos días las obras y fue testigo in situ de su «positiva» progresión.

«Las obras están muy avanzadas y continúan dentro de los plazos fijados en el proyecto por lo que, en principio, tendría que estar acabada a finales del primer semestre del año que viene, sobre el mes de junio coincidiendo con el inicio del verano». En este sentido, el futuro ‘hogar’ de los músicos de la Orquestra Simfònica –un reclamo histórico– marcará «también un cambio de modelo para la cultura de la Isla, será un equipamiento abierto a todos».

Tecnología

La tecnología es otro de los puntos fuertes de la futura Caja de Música. «Será un espacio tecnológicamente puntero a nivel mundial, sostenible con el medio ambiente y autónomo al cien por cien». Su dotación de «acústica y sonido será de último nivel»; porque el proyecto contempla que «se puedan ofrecer conciertos en los exteriores del edificio y proyectarlos en directo en Eivissa o Menorca, las posibilidades serán infinitas».

Respecto a la financiación de la Caja de Música, es el resultado de la colaboración pública y privada. El equipamiento tiene un coste global de 10,5 millones de euros, de los que el Govern aporta seis millones de fondos recaudados con el impuesto de turismo sostenible (de las anualidades de 2016 y 2019) y que están cofinanciados al 50 por ciento a través de los fondos europeos Feder. Por otro lado, cuatro millones provienen de fondos privados: dos millones del convenio de colaboración con la Fundació Turística i Cultural (Fundatur) y otros dos millones los aporta la Fundación Kühne.